El expresidente del Congreso y miembro del PSC abandona la política un mes y medio después de ganar las elecciones en Cataluña el 23-J
Este resultado se interpretó como la consolidación de la figura de la todavía presidenta del Congreso, tanto en el PSC -donde nunca gozó de la plena confianza del Salvador Illani de su antecesor, miquel iceta– como en el PSOE. Y casi nadie, evidentemente, podía imaginar que Batet, como anunció ayer, pocas semanas después de aquel éxito electoral, iba a abandonar la primera línea política después de dos décadas con cargos institucionales: diputado, ministro, presidente del Congreso.
En una serie de mensajes en su cuenta personal de Twitter, Batet hizo pública ayer una decisión que, según fuentes cercanas, lleva mucho tiempo meditada, en su deseo de tener una vida menos expuesta a las exigencias físicas y personales del ejercicio de la política -no se descarta que pase a formar parte del Consejo de Estado-. Y que ella, por tanto, no tuvo relación con el hecho de que Sánchez eligiera a la socialista balear, Francina Armengol, de perfil ideológico y personal favorable a las tesis nacionalistas de ERC y Junts, como su relevo al frente de la Cámara.
De hecho, tras el 23-J, en las negociaciones del Gobierno con los nacionalistas, ERC y Junts vetaron la continuidad de Batet y bendecieron a Armengol. Una condición que Sánchez aceptó sin la menor objeción y que provocó un silencioso malestar en el PSC y en el propio Batet. Los nacionalistas vengaron así la decisión de Batet -federalista y una de las voces más críticas del PSC con el separatismo- de negarse en marzo de 2021 a tramitar el proyecto de ley para conceder una amnistía a los líderes del proc.
Entonces, Batet recurrió a un informe de abogados del Congreso que advirtieron que el proyecto contenía elementos de inconstitucionalidad, para abortar la iniciativa. Otra medida nacionalista que se detuvo en la Cámara al considerar, una vez más, que era inconstitucional -y que ahora oriol junqueras y Carlos Puigdemont quiere conseguir en su negociación de la investidura de Sánchez-, era un proyecto de ley de Junts para quitar las funciones jurisdiccionales al Tribunal de Cuentas.
C.HOQUES CON EL PNV, PODEMOS Y LVAREZ DE TOLEDO
Asimismo, Batet ha sufrido presiones y recibido quejas del PNV y Podemos por haberse puesto de perfil y no ser contundente ante las faltas de respeto de los diputados de Vox con el resto de la Cámara. Es difícil decirlo pero Batet se ha puesto del lado de Vox, ha protegido a la extrema derecha, declaró Pablo Echenique. Otra polémica la protagonizó con Cayetana Álvarez de Toledodespués de que Batet retirara del Diario de Sesiones la expresión, hijo de terrorista, con la que el entonces portavoz parlamentario del PP calificó Pablo Iglesias.
En su despedida, Batet evitó cualquier alusión a sus desavenencias con los nacionalistas, así como al paulatino distanciamiento de Sánchez desde que dejó de ser ministra de Política Territorial, cargo que ocupó durante los años 2018 y 2019, en pleno fermento político y callejero. para el juicio de procesos. Dejo la primera línea de la política y he renunciado a mi acta de diputado (…) Han sido 19 años intensos como diputado del Congreso, Ministro del Gobierno de España y Presidente del Congreso. “Estoy convencido de que pronto habrá un nuevo gobierno de progreso liderado por Sánchez que continuará con los avances y reformas que la sociedad española necesita”, escribió ayer el socialista.
Miembro de generación moraformado por jóvenes dirigentes del PSC que crecieron a la sombra de los Tripartitos de Pasqual Maragall y José Montilla -entre ellos el actual alcalde de Barcelona, Jaume Collboniy el Secretario de Estado de Comunicación, francesc valls-, Batet pone fin a una larga carrera amparada en la potente red de poder del socialismo catalán.