El mozo de 1,62 metros y complexión atlética vestía la sombra de su desaparición sudadera oscura, pantalón color café con leche y zapatillas grises. Acudió a una celebración con sus amigos en la plaza de toros de Logroño. Después acude a una discoteca del centro. Aproximadamente de las 17,30 horas el adolescente abandona el circunscrito. Algunos transeúntes dicen haberlo pasado por algunas calles del centro. Esa sombra debería ocurrir ido a pernoctar a casa de su hermana pero no acudió.
El teléfono del desaparecido está triste. Policía doméstico, bomberos, voluntarios y Atención Civil le buscan por tierra mar y ventilación. Los esfuerzos para dar con él se centran ahora en el río Ebro y sus alrededores, de momento sin éxito.
Las últimas lluvias han hecho que crezca el río y se dificulten las labores de rescate
Los investigadores mantienen todas las hipótesis abiertas. Miguel Donaire Sáez es portavoz de la Atención Civil en La Rioja. Reconoce que la búsqueda se está complicando en El Ebro porque las últimas lluvias han hecho que crezca. Hay testigos que dicen haberle pasado a altas horas de la albor en las inmediaciones del río donde ha podido tener una caída accidental. Ahora los investigadores quieren acotar zonas y buscarle con drones. “Nuestra intención es encontrarlo con vida. Se está buscando por tierra y por ventilación”, sostiene el portavoz.