El Ministerio de Justicia tiene que aclarar la continuidad de las oficinas de atención a las víctimas tras la intervención de la Presidencia de la Generalitat
El pacto valenciano entre PÁGINAS y voz que se cerró apresuradamente en junio sacudió la mesa política nacional por dos razones. Si por un lado fue el primero después del 28-M que ambos partidos firmaron por un gobierno de coalición autonómico, por otro lado, obligó posteriormente al PP a enmendar el polémico error de asumir el discurso negacionista de Vox sobre la violencia de género. La llamada “violencia doméstica” no volvió a aparecer en ningún otro pacto y el PP de Carlos Mazón se reservó las competencias de Igualdad en el Gobierno valenciano. Tres meses después, la realidad es que Vox se ha plegado a las directrices popular. A pesar incluso de la mala educación pública.
Del discurso a la gestión hay una distancia. La semana pasada el presidente del Cortes Valencianas y segunda autoridad en la Comunidad Valenciana, Llanos Massó (Vox), volvió a alejarse de la pancarta oficial “contra la violencia machista” en la concentración contra el crimen de Alcira. A pocos metros del parlamento regional, frente al Palacio de la GeneralitatEn el minuto de silencio participaron miembros de Vox del Gobierno valenciano (aunque sin pancarta). El vicepresidente no faltó Vicente Barrera ni el Ministro de Justicia, Elisa Núñezde quienes también dependen los juzgados de violencia de género en términos de dotación de recursos.
El departamento de Núñez se vio incluso obligado este jueves a matizar unas palabras de la consejera, quien dio a entender que no estaba claro el futuro de las oficinas de atención a víctimas de violencia de género y que se estudiaba si “ampliar o reducir las competencias” en función de los presupuestos para 2024. Fuentes de Presidencia de la Generalitat Resaltaron que la continuidad de las oficinas no está en duda, tras lo cual la Justicia tuvo que aclarar en redes sociales que están trabajando en “mejorar su funcionamiento”.
Además, fuentes del Departamento de Justicia aseguran a este diario que Núñez está “en contacto permanente” con la vicepresidenta segunda y consejera de Igualdad, Susana Camarero. Este último es la mano derecha de Mazón en el Consell y es el encargado de la coordinación política de todos los departamentos. Defensora acérrima de la lucha contra la violencia de género, tiene el mandato expreso del presidente Mazón para fijar el discurso y la estrategia en este delicado asunto.
Hasta el punto de que Camarero ha nombrado un comisionado para la Lucha contra la Violencia sobre la Mujer, Felipe del Baño, según consta en el organigrama de la Generalitat. El propio Del Baño también aseguró en una entrevista en À Punt que ya se han producido reuniones entre Camarero y Núñez. También anunció que está trabajando en un programa de prevención de la violencia machista enfocado directamente a escolares y jóvenes, según confirman fuentes del Departamento de Igualdad.
Lejos de que esto suponga un problema para Vox, este partido hace referencia al acuerdo programático firmado con el PP para conseguir que el Consell esté “cohesionado y unido” en este sentido. “Vamos todos juntos”, enfatizan desde la comitiva del Consejero Núñez.
Lo cierto es que su nombramiento, dentro de la cuota de Vox en el Gobierno regional, fue toda una sorpresa. Su nombre no había aparecido en ninguna quiniela, aunque el que tenía todas las papeletas para ser asesor de Justicia de Vox quedó desprestigiado precisamente por su negación de la violencia de género. “No existe”, dijo. José María Llanos justo después de la firma del pacto con el PP que hablaba sólo de “violencia doméstica”.
Sus palabras levantaron tal polvareda que luego se vio obligado a rectificarlas y aclararlas. Pero ya tenía el veto. Como antes, Carlos Flores, que aspiraba a ser vicepresidente de la Generalitat, lo tuvo del PP. Hoy diputado en la Congreso Por Vox, fue condenado en el pasado por abuso psicológico a su exmujer. El pacto entre PP y Vox se anunció al mismo tiempo que su renuncia a incorporarse al Gobierno valenciano.