Francisca lleva abriles peleando en los juzgados por recuperar a su hijo, ahora adolescente. En 2015 ella se negó a entregar al último al entonces padre, ahora origen. Su exmujer acumula dos condenas por sendos delitos de sustracción de menores por los que ha cumplido poco más de un año de prisión. Actualmente hay un utilitario sumarial que reconoce que tiene la custodia monopolio y la pueblo potestad de su hijo, pero no se ha ejecutado.
Recuperar derechos
Una de las motivaciones para dar este paso asimismo ha sido recuperar, asegura, derechos que como mujer no se le pueden desmentir. En este sentido, Francisca argumenta que ahora su situación jurídica es de igual a igual respecto a su exmujer, y confía en que se le restituya la relación y convivencia con el último.
“Se equivoca quien piensa que hago fraude de ley. Nadie sabe lo que he tenido que disputar y sufrido hasta impresionar a este momento. Quien piensa que hay fraude de ley que mire asimismo lo que pasa en la ley integral de violencia de apartado”. Su abogado, por contra, reconoce que su nueva situación no le va a otorgar ningún privilegio en su batalla sumarial.
¿Qué es ser mujer?
“Para mí ser mujer es sentirse eficaz con tu cuerpo con tus actos, con tu día a día. En 2018 empecé a sentirme mujer. Es un sentimiento que no puedes explicar ni demostrar. Fue un sentimiento de maternidad a raíz de la separación forzosa e ilegal de mi hijo, hasta que ahora lo he podido materializar legalmente”, explica al tiempo que justifica su concepto de feminidad.
“Igualmente hay mujeres que se dejan los pelos del sobaco largos, que no se afeitan el bigotillo, mujeres que se visten como hombres, hombres que se visten como mujeres. Hay liberación de identidad sexual y hay que respetarla”.
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