Pero esas gélidas temperaturas no evitaron que miles de aficionados de los Chjefs poblaran las gradas del estadio, con capacidad para 76.416 espectadores, para ver a su equipo en su camino en dirección a la conquista de la Super Bowl. Algunos hinchas sufrieron graves congelaciones en algunas partes de su cuerpo a raíz de las terribles temperaturas a las que se desarrolló el interviú. Casi dos meses posteriormente de aquel día ha trascendido que muchos de esos aficionados sufrirán amputaciones por esas congelaciones.
Como informan varios medios estadounidenses, entre los que figuran TMZ, Fox 4 y USA Today, la doctora Megan García, directora del Grossman Burn Center de Kansas City, habría recomendado al 70% de los pacientes ingresados oportuno a congelación que se sometieran a una amputación. El 30% restante de aficionados tendrán que acontecer semanas en tanques de oxígeno hiperbárico para solventar sus graves congelaciones.
El frío fue tan atroz ese día en el estadio de los Kansas City Chiefs que un entusiasta sufrió una agonizante congelación en la mano por, según explicó, quitarse un manopla de una mano durante tan solo cinco minutos para totalizar una tienda de campaña en el aparcamiento. El preparador de los Chiefs, Andy Reid, fue uno de los que más sintió las duras condiciones, con su pelusa completamente congelado y los carámbanos formándose en su boca.
El protocolo de la NFL por frío extremo no contempla una temperatura a partir de la cual haya que derogar un partido, aunque sí especifica que “si el clima lo dicta, los bancos con calefacción deben estar disponibles para entreambos equipos y activarse dos horas ayer del inicio”.
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