“Para poder hacer el reparto en bolsas, de alimentos que nos vienen de Europa y del Tira de Alimentos, tenemos que ponernos en fila india unas detrás de las otras”. Así lo explica Joaquina Fernández “Chale”, voluntaria y tesorera, que se queja de que han tenido que prescindir “del ropero que teníamos porque no tenemos sitio dónde juntar la ropa”. La yerro de espacio ha hecho que las labores de papeleo las tengan que hacer desde casa, porque ahora siquiera disponen de Internet. Tras tocar a varias puertas buscando un recinto, siguen priorizando su quehacer de reparto en un bajo “que antiguamente usábamos solo para juntar”, puntualizó.
La asociación que preside Marta Ansede realiza infinidad de actividades para cobrar fondos: puestos en la feria del día 7 de cada mes, eventos solidarios con ayuda de los clubes deportivos de fútbol y de atletismo, y hasta un bingo solidario cuyo premio, una cesta de Navidad que no salió premiada, fue donada por el Casino. El peculio “lo invertimos en muchas cosas muy necesarias, desde fertilizar el camión (aproximadamente de 300 euros) que nos trae alimentos del Tira de Ourense, hasta comprar alimentos frescos para familias que los necesitan, fertilizar la luz de cierto que no tiene con qué, o ayudar al arreglo de un bajo”, explica “Chale”. Su quehacer, merece un ocasión digno.