El inicio de la recogida en Celanova, internamente de una comarca eminentemente rural, donde la separación de restos orgánicos es una experiencia extendida (y reforzada en los últimos abriles con programas de reparto de composteiros), “irá ligada a unha campaña de sensibilización, para unha correcta separación en orixe”, confirmó el presidente de la Mancomunidad, Jaime Sousa, quien no descarta extender esas acciones a todas las fracciones. “Quizais debamos facer fincapé só no que se debe elegir en cada contedor. As veces atopámonos que o chófer ten que transitar revisando o contedor amarelo e desbotar a súa recollida selectiva porque hai restos doutro tipo”, dijo, recordando las penalizaciones que ello acarrea a las arcas públicas.
Datos
La tasa de reciclaje en el servicio de recogida de la Mancomunidad, es de un 12%. Así se desprende de los datos anuales de las distintas fracciones que, a excepción de el papel-cartón, registran una pequeña subida con respecto a 2022. En total, en los ocho concellos, se recogieron 5.228,28 toneladas de residuos, de las que 4.582,5 toneladas (un 87,6%) acabaron en el contenedor verde. El vidrio es la fracción que más se recicla, con un 7,5% (394,65 t), le sigue el papel-cartón con un 2,7% (140,65 t) y el plástico un 2% (110,48 t). En el caso del cartón, que disminuye casi ocho toneladas, “penso que ten que ver máis co momento no que se recolle o cartón, mollado pesa máis”, dijo Sousa.
En la villa asimismo se lleva a promontorio, por diferentes medios, la recogida de grasa, de ropa y calzado usado, así como pilas, bombillas y cartuchos de tinta y otros rudimentos similares que no están contabilizados en estos datos. Por otra parte, la Mancomunidad ofrece un servicio de recogida y tratamiento de residuos voluminosos, tanto en el punto íntegro emplazado en el parque empresarial de Celanova, como en el dispositivo móvil que semanalmente recorre los ocho concellos para retirar los enseres (previa convocatoria al 988 451 127).