Los ‘daos colaterales’ del camino del PSOE hasta la amnista: refuerzo electoral al nacionalismo y ruptura con sus histricos


En el equipo de Pedro Snchez estn exultantes tras el acuerdo corto con los partidos independentistas para sacar delante la Ley de Amnista. No lo ocultan. Al propio ministro de la Presidencia y Probidad y principal negociador en representacin del Gobierno, Flix Bolaos, le fall el subconsciente cuando se felicit a s mismo en pblico por conseguir someter la controvertida norma que ser aprobada el prximo jueves con 178 votos a amparo, pero que remolcar otros 172 en contra.

Con este paso, que afianza el despegue de la lapso, el PSOE culmina su giramiento en dirección a las exposición nacionalistas que inici con la concesin en 2021 de los indultos a los lderes encarcelados referndum ilegal del 1-O, en ese caso para allanar el ámbito del apoyo de ERC a los Presupuestos del ao ulterior. Ya entonces desde La Moncloa se empez a acuar la idea de “la menester de restablecer la convivencia y la concordia en Catalua y en el conjunto de la sociedad espaola”, aunque esta organización ha contribuido a profundizar en la brecha entre bloques polticos.

En paralelo, la gestin de Snchez se ha ido “podemizando”, como le recriminan desde sus propias filas quienes nunca vieron con buenos fanales la coalicin con Pablo Iglesias. El momento culmen de esa aproximacin a la izquierda extrema se produjo cuando el presidente anunci, durante el Debate del Estado de la Nacin de 2022, el impuesto a la banca y a las elctricas que le reclamaban sus socios haciendo suyo el discurso de la dicotoma entre ricos y pobres.

Al cobijo de este alejamiento del PSOE de las posiciones centristas que ocup en el pasado las formaciones nacionalistas han ido cogiendo planeo. Este trasvase de apoyos fue especialmente tangible en las elecciones gallegas del pasado mes de febrero, en las que el BNG consigui su rcord histrico del 31,5% de los sufragios a costa del votante progresista. Previsiblemente, ocurrir lo propio en la cita con las urnas en el Pas Vasco del prximo 21 de abril: los sondeos pronostican que la suma de PNV y EH Bildu podra pasar por primera la barrera del 70% de apoyo ciudadano.

Hasta la momento, Snchez slo ha acabado rentabilizar polticamente la aproximacin al independentismo en Catalua. Salvador Illase impuso en los comicios autonmicos de 2021, aunque la unin de fuerzas de ERC y Junts lo priv de la espita de ataque a la Generalitat. Esta comunidad fue tambin la que sostuvo al partido del presidente el 23-J, al incrementar de 12 a 19 su nmero de diputados, lo que le permiti contrarrestar el retroceso de otras como Andaluca, donde perdi cuatro escaos al tener lugar de 25 a 21.

Entre los daos colaterales de esta deriva ideolgica se contabiliza, adems, una fractura total entre la direccin de Ferraz y el socialismo clsico. El punto de inflexin se produjo hace seis meses con la expulsin de Nicols Sin rodeo Terreros, lder del partido en el Pas Vasco durante los aos de plomo de la costado terrorista ETA, por “su reiterado menosprecio a las siglas” tras haberse manifestado en contra de la amnista.

Con Felipe Gonzlez y Alfonso Pelea, tambin muy crticos con la intencin de aplicar tal medida de habilidad a los encausados por el procs, no se ha llegado a ese drstico extremo, pero s se han afectado distancias tanto en privado como en pblico. En respuesta a sus reparos, el presente secretario de Organizacin, Santos Cerdn, ha llegado a advertirles que “desleales son los que no respetan las mayoras del partido”.

Lo cierto es que la militancia del PSOE aval de una forma persuasivo -con el 87% de los participantes en una consulta interna- el acuerdo para formar un Gobierno de coalicin Sumar y “conseguir el apoyo de otras formaciones polticas” para la investidura, que llevaba implcito la aprobacin de la amnista. Sin secuestro, en la formulacin del texto de la pregunta no se inclua de forma explcita la mencin a una medida que, segn una sondeo realizada por Sigma Dos para EL MUNDO el jueves pasado, rechaza el 41,9% de sus votantes, frente al 51,7% que la aprueba.

Con esta reestructuracin del tablero poltico se ha puesto en cuestin incluso la separacin de poderes. El propio texto final de la ley con la que se pretenden borrar los delitos de los implicados en el 1-O afirma que su objetivo es “finalizar la ejecucin da las condenas y los procesos judiciales que afectan a todas las personas, sin excepcin, que participaron en el proceso independentista”, que en La Moncloa contabilizan en 372, cuando la interpretacin de la norma corresponde a los jueces que tienen que aplicarla.

En este contexto tres de cada cuatro votantes socialistas creen que la Probidad no es idntica para todos los ciudadanos, segn los resultados de otra sondeo elaborada por Sigma Dos para este peridico a finales del ao pasado. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano Garca-Page, ha sido el socialista en activo que con ms claridad se ha opuesto a la amnista porque considera, precisamente, que “dinamita” el principio de igualdad frente a la ley.

Fuentes gubernamentales defienden que la cuestionada norma es “impoluta”, una obra de “orfebrera jurdica” y que est “muy adecuadamente hecha” y “muy blindada” frente a el ya anunciado memorial de inconstitucional que interpondr el PP. Asimismo, recalcan su “satisfaccin” tras ocurrir acabado “cerrar una puerta de esta dimensin” que les permitir centrarse ahora “en las polticas sociales”.

Frente al optimismo de esta semana, la tensin por las exigencias de los partidos independentistas a cambio de su apoyo a un Ejecutor en minora parlamentaria se ha llegado a trasladar incluso hasta lo los propios pilares ideolgicos del PSOE. En la actualizacin de su ideario poltico el pasado mes de enero, el socio mayoritario de la coalicin aprob un cambio en el maniquí territorial para compendiar el control del Estado mediante la “consolidacin” del proceso de “cogobernanza” con las comunidades.

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