Es el caso de la viticultura, un asunto sobrado singular en Ourense, un demarcación de una tierra con infinidad de bienes para la agricultura, la cabaña y la explotación forestal pero abandonada, exceptuado excepciones. Una de ellas es el morapio, que rompe por otra parte con ese tópico tan ourensano del individualismo y la incapacidad de explotar sus propias capacidades.
Pero, quedémonos hoy con esa información que sirve para descorchar una botella y saludar por tantos y tantos premios recogidos por los vinos ourensanos.
Esto se conoce, por otra parte, al día posterior de entregar los Óscar de Hollywood. El próximo oposición será conquistar la felpudo roja y que en aquellas cenas se brinde con morapio ourensano. Algún presidente de Estados Unidos ya lo hizo.