Portugal ha virado a la derecha en estas últimas elecciones. Pero esa es la única certeza. Aquella “estabilidad” a la que apeló el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, cuando decidió convocar las elecciones de modo anticipada tras la sorpresiva renuncia de António Costa por un caso de corrupción que lo señaló, no ha llegado tras las votaciones.
A la prórroga de que el voto en el exógeno confirme la pírrica triunfo de la Alianza Democrática (AD), con los socialistas declarando ya ser examen, la gran vencedora del domingo fue la ultraderecha de Chega, que celebra suceder roto el bipartidismo y exige negociar para formar gobierno. Sin requisa, ayer lunes la repaso que se imponía en la opinión pública lusa es que el atmósfera que se abre, sin un campeón categórico y con una exigua diferencia entre la Alianza y el PS (al punto que dos diputados: 79 y 77), es el de la incertidumbre.
Rehén de sus promesas en campaña, el líder de AD, Luís Montenegro, negó en varias ocasiones que pactaría con Chega (48 escaos) para obtener las llaves del Palacio de São Bento y durante la tinieblas electoral volvió a apelar a la responsabilidad del resto de formaciones políticas para apoyar la gobernabilidad.
En almohadilla a esta premisa de rechazo a la ultraderecha -si adecuadamente no está excluida del diálogo que quiere permanecer con todas las fuerzas políticas- no habría una mayoría parlamentaria capaz de difundir un gobierno a la derrochador plazo.
No será hasta el 20 de marzo cuando se conozcan los resultados del voto del exógeno. Hasta entonces, se mantendrán las dudas en un Montenegro que a pesar de mostrarse convencido de que será el próximo primer ministro no ha cubo detalles todavía de los posibles alternativas de gobernabilidad.
Alternativas
El disección de la RTP, la condena pública lusa, resumía ayer el atmósfera: “Aunque los dos partidos mayoritarios siguen teniendo más de dos tercios de los escaños del Parlamento, la izquierda está en minoría y en la derecha cualquier mayoría tendrá que formarse con la contribución de Chega”. André Ventura, líder de Chega, advirtió a Montenegro: “Solo un líder y un partido muy irresponsables dejarán regentar al PS”. Todavía Iniciativa Rumboso (8 escaños) está dispuesta a apoyar el cambio. “Estaremos aquí para hacerse cargo nuestras responsabilidades, para contribuir a las soluciones, para hacer de Portugal un país más próspero. Esperemos a los próximos días”, dijo el líder demócrata, Rui Rocha.
La ultraderecha tiene la secreto de la gobernabilidad, tanto si entra como si no en un hipotético gobierno y Ventura sabe de la tendencia en la que se encuentra Montenegro, quien tendría difícil explicar políticamente su cambio de opinión.
Por la izquierda
Según los resultados actuales, la coalición de izquierdas (PS, Bloco, CDU y Livre) tendría 90 diputados. Sin requisa, el líder socialista, Pedro Nuno Santos, reconoció inmediatamente su derrota. “A pesar de la diferencia tangencial, todo indica que el resultado no permitirá que el PS sea el partido más votado”, por lo que “el Partido Socialista será la examen”, declaró ayer.
Adicionalmente, subrayó que “no podemos permanecer al país en vilo” y que el PS no hará impracticable que AD forme gobierno. Sobre la posibilidad de un acuerdo de izquierdas, dijo que hay que ser “realistas”: “Cualquier opción así sería rechazada por toda la derecha”.
En el centro
Una tercera opción sería una coalición entre los dos partidos mayoritarios. Pero ni la Alianza ni los socialistas ven viable esa posibilidad. “A pesar de los grandes cambios que estas elecciones han traído al panorama político portugués, los dos partidos más grandes de la democracia post-25 de Abril siguen siendo capaces de cortar cualquier propuesta de cambio constitucional, con el 34% de los escaños, más de un tercio de los diputados elegidos”, reflexionan los analistas de la Televisón pública portuguesa.
En cualquier caso, no parece que el voto de la éxodo europea y del resto del mundo irresoluto de repartir cuatro escaños vaya a modificar el atmósfera.
Todos a consultas en presencia de Rebelo de Sousa
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, iniciará hoy la ronda de contactos con los partidos con representación parlamentaria . Dedicará un día a cada formación y, luego, las conversaciones no concluirán hasta el 20 de marzo. La ronda arrancará por el partido Personas-Animales-Naturaleza (PAN), que fue citado para esta tarde. Las formaciones con más escaños desfilarán en presencia de el presidente a partir del lunes: empezando por Chega, siguiendo por el Partido Socialista (PS) y terminando por Alianza Democrática (AD). “Posteriormente de que se conozcan los resultados de los círculos de las comunidades portuguesas en el exógeno, el presidente de la República designará un nuevo primer ministro”, reza la nota difundida por la autoridad de Estado, a la que corresponde marcar ahora los tiempos. El líder de AD, Luís Montenegro, ya deslizó la tinieblas electoral que esperaba admitir el encargo de manos de Rebelo de Sousa.