Hace unos días, la Hermandad de Nuestra Señora del Buen Alucinación del municipio publicó en redes sociales lo que había pasado y denunciaba que se hayan dañado dichos frescos de gran calidad histórica. “Hoy se ha comido un delito en nuestra parroquia”, anunciaban así lo sucedido y señalan a Héctor Peca como el responsable “Héctor Peca Guevara, el Párroco de nuestro municipio es el único responsable”. Lo acusan de suceder seguido “sus propias normas” y suceder “raspado y pintado los laterales del presbiterio de la parroquia Matriz e San Antonio de Padua” que han sido declarados como Admisiblemente de Interés Cultural. Alegan que estas paredes están protegidas con una pintura peculiar porque estaban pendientes de restauración. “Lo ha hecho sin conocimiento de la riqueza artística que hay detrás de la pintura blanca, sin permiso del patrimonio, poco que es obligatorio, ni siquiera del Comunidad”.
La Hermandad señala que algunas de las imágenes no se han protegido y que “son más antiguas que la parroquia, que data del siglo XVIII”: “lo que demuestra su descuido de respeto y absoluta ignorancia en torno a nuestra historia, nuestra civilización y nuestra riqueza patrimonial” y señalan que “lo ha hecho sin escrúpulos”. Por ende, piden la expulsión inmediata de Héctor Peca Guebara.
Historia de los frescos
En un mensaje posterior al anuncio de lo que había sucedido, la Hermandad explicó por qué son de tan gran importancia los frescos que el cura había dañado. “Ayer de la erupción volcánica de Trevejo en 1706, la zona de lo que ahora conocemos como el Casco Histórico, contaba con una pequeña ermita dedicada a San Antonio de Padua (en el siglo XVI). Ese emplazamiento fue destruido por el volcán y los pocos vecinos y vecinas que se habían atinado en la zona, construyeron la contemporáneo parroquia con sus manos y pocos bienes que tenían”, declaran.
Hace unos primaveras, concretamente en 1999 y 2007 esta parroquia llevó a extremo una serie de restauraciones y en el trascurso de ellas se descubrieron unas pinturas en las paredes, las ahora dañadas por el cura Héctor Peca Guevara. “Solo se pudo restaurar una franja sobre la puerta de la sacristía, ya que la restauración completa requiere de una gran inversión económica y consentimiento patrimonial”, declaran. Sin incautación, esas pinturas están debajo de la capa blanca de ahora.
En este caso, y correcto al valencia cultural e histórico de esos frescos, no se puede pintar con cualquier cosa encima de éstos, y siquiera usar la espátula. “Lo único que se puede hacer es pintar sobre esa capa que protege los frescos o, si fuese necesario, cubrirlas con una pintura específica para ello, nunca se debe usar la espátula, porque la técnica utilizada en estas pinturas está hecha directamente sobre el mortero fresco y si se usa la espátula, se arrancaría el mortero llamativo donde se pintó hace siglos”, manifiestan desde la Hermandad, intentando explicar la importancia de estas pinturas antiguas.
Señalan, por otra parte, que la pintura que el cura ha usado no es la indicada y que por consiguiente daña los frescos que informan que tienen unos 400 primaveras de historia y que “probablemente” no podrán recuperar.
“Casi dos primaveras sufriendo faltas de respeto”
El comunicado de la Hermandad del municipio ha manifestado que no es el primer problema que tienen con este cura y que llevan “casi dos primaveras sufriendo faltas de respeto por parte de este señor”: “nunca nos hemos querido pronunciar públicamente porque esperábamos que el Sr. Prelado hiciera caso a las peticiones que le hemos hecho conmover por carta o a través de otras personas, pero ya es hora de que todo el mundo sepa cómo es en ingenuidad Don Héctor”, sentencia. Lo acusan de “hacer y deshacer” a su antojo y defenderse en “porque yo soy el párroco”.
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