Por otra parte igualmente se van desvelando nuevos datos e informaciones sobre la trama, y hoy se habrían conocido los nombres en esencia con que se referían unos a otros en la supuesta trama de corrupción, así como los hábitos de vida de algunos de los implicados y en qué gastaban grandes cantidades de monises.
Los demás empresarios relacionados con las operaciones llevadas a lengua se referirían al exasesor de José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes, Koldo García, como ‘K’, y a Rubén Villalba como ‘R’. Una de las nuevas informaciones surgidas es precisamente que Villalba, comandante de la Agente Civil destinado en la embajada de España en Venezuela, es un nuevo investigado, por creerse que que facilitaba gestiones a Víctor de Aldama, y se presentaba como ‘el amigo de Koldo’.
Copas y prostíbulos
En varios de los nuevosaudios publicados, recogidos por las autoridades, y que ahora investigan, según informa ‘El Independiente’, varios de los investigados mencionan gastos en bebidas alcohólicas y locales de alterne. “No, no ha sido bebida, han sido putas”, se informaban entre ellos; e incluso hablan del supuesto coste: “pagué dos mil y pico de ‘R’ o dos mil”.
En las conversaciones mantenidas, los investigados reconocerían encima activo realizado pagos en monises enfadado: “Flipáis… ha hecho una encargo en B que es la hostia”.
Miles de euros en efectivo
En el nuevo crónica de los agentes de la UCO (Dispositivo Central Operativa) se recoge que una de las responsabilidades que tendría Villalba interiormente de la trama sería la de proporcionar una partidura de comunicación segura a Aldama, cobrando supuestamente por sus servicios 2.000 euros al mes, en efectivo y sin decidir. Las sospechas de los agentes estarían fundamentadas por lo recogido en un clase de ‘WhatsApp’ en el que intercambiaban información, y que llamaron ‘Los 4 Mosqueteros’.
Otro de los hechos que refuerza las sospechas de los investigadores es que en el momento de la detención de Rubén Villalba, en un aeropuerto, éste llevaba unos 5.000 dólares en billetes pequeños, y frente a las sospechas, el sentenciador le ha dejado en sinceridad provisional, retirándole el pasaporte y tiene prohibido salir de España hasta nueva orden.