Cae el plan de choque para arreglar calles de Ourense



Otro contratiempo en la controvertida diligencia municipal del Concello de Ourense. La UTE (Unión Temporal de Empresas) constituida por Prace Servicios y Obras, Consernor y Sogesel Progreso y Dirección, la única que se había postulado para contraer el millonario arreglo para el “plan de choque” de mantenimiento y arreglo de las calles de la ciudad, ha dicho baste y ha renunciado al arreglo. 

Ha renunciado a un beneficioso arreglo de 3,4 millones para crear brigadas que pongan de punta en blanco las calles, porque se han hartado de esperar más de un año a que les adjudiquen el arreglo, poco que el Concello no ha hecho por “yerro de crédito”. 

Otra consecuencia de carecer de presupuestos actualizados que sigue impidiendo que se ponga freno a la ola de baches, grietas e incluso socavones que presentan muchas carreteras de titularidad municipal. 

La mesa de contratación del Concello había determinado adscribir a esta licitadora el arreglo, de 3,4 millones, en enero de 2023, al ser la única proposición. La vencimiento frontera para suceder adjudicado el arreglo era marzo de 2023.  Tras trascurrir casi un año, no se volvió a convocar la mesa para firmar la adjudicación, al carecer el Concello de una partida en concreto para sufragar los gastos. Así, la empresa ha dicho baste.  

El pasado 20 de febrero, las empresas comunicaron por registro la retirada de la proposición y pedían la devolución de la respaldo adelantada. Una vez superada la vencimiento indicada, el postor puede retirar su proposición sin penalización alguna. 

Ahora, el Concello deberá proceder a devolver 144.628,10 euros que había superior la compañía, adicionalmente de fallar desierto el concurso y, si interesa, retornar a sacarlo a concurso y reiniciar los plazos. 

Otros concursos que llevan un año parados

Actualmente, los contratos para adscribir los nuevos contenedores y el parque Coto de Canedo incluso llevan más de un año paralizados y, en cualquier momento, las empresas, si lo deseasen, podrían renunciar a ellos y mover a fallar desiertos los respectivos concursos públicos. 

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