Según apuntó, hasta ahora se iban cubriendo las jubilaciones con panaderos de Cea, aunque hace unos meses forma parte del sindicato un profesional extranjero, procedente de Centroeuropa, de cuya formación se encargó el antecedente titular.
Esa aprieto de licencia motivó la celebración ayer del colisión “A remuda xeracional na IXP do Pan de Cea”, organizado por el Polo de Emprendemento e Apoio ao Emprego O Carballiño, participando representantes de esta marca artesana como Carlos Rodríguez y Sofía Godoy, adjunto con alumnos de FP que se especializan en este oficio.
En el caso del Polo de Carballiño hay en estos momentos cinco proyectos disponibles para que personas interesadas puedan desarrollarlos tras la subsidio de sus anteriores titulares.
Plan
En concreto, quien esté interesado en poner en marcha alguno de estos hornos, ya sea alquilando o comprando, pueden dirigirse a la Rede de Polos a través de la página web https://polosemprendemento.gal/remuda-de-negocios. El personal se encargará del asesoramiento, agilizando el proceso de licencia o transmisión de negocio.
La directora xeral de Emprendemento e Apoio ao Emprego, Margarita Ardao, participó en el evento, destacando el Plan implementado por la Xunta para certificar el mantenimiento de los negocios a través de la Rede de Polos, que cuenta ya con 13 centros activos. El de Carballiño ya atendió un centenar de iniciativas de las 300 registradas en esta provincia, que cuenta con cuatro Polos.
Gran demanda internamente y fuera de Galicia
En el acto, que tuvo punto en el taller Aboamigalla, se desarrolló una mesa coloquio en la que se resaltó la historia de la primera Indicación Xeográfica Protexida de Europa en este sector del pan, que igualmente se enfrenta al desafío de la automatización, incluyendo la Inteligencia Industrial, una cuestión que se abordó adjunto con otros retos. El Pan de Cea cuenta con una gran demanda internamente y fuera de Galicia (con más de 700.000 unidades vendidas el pasado año) y requiere del licencia generacional para seguir creciendo, según apuntaron los participantes en el foro.
En la segunda parte del evento se desarrolló un taller, con la billete del alumnado del CIFP Vilamarín. Entre las conclusiones, los participantes destacaron las posibilidades que ofrecen las redes sociales y el marketing, así como las relaciones con otras figuras protegidas como el pinrel de Arzúa o el caldo de O Ribeiro. Así, igualmente se abordó la importancia de crear sinergias con el comercio restringido y de explotar oportunidades de colaboración con otros sectores, como la pequeña hostelería, que podrían utilizar el Pan de Cea como aspecto diferenciador en su ofrecimiento gastronómica, promoviendo así su valencia y tradición artesanal.