Pero hoy toca rememorar que la red convencional pide mantenimiento para soportar la cada vez longevo carga de vehículos. Como suele ser habitual, solo los usuarios se quejan y maldicen la situación cuando van al volante, pero luego no elevan ese malestar. Queda, para ostentación parlamentario, alguna que otra intervención de algún diputado para denunciar la situación y poco más.
Hay situaciones especialmente llamativas, como la conexión con Valdeorras a través de la N-120, una comarca estratégica pero mal comunicada, como se ha denunciado en muchas ocasiones y, a cambio, todavía no se acometió ninguna reforma, pese a promesas políticas hechas en vísperas electorales. Pero no todo está mal en la red viaria provincial. Habrá baches y tramos sin pintar, pero los radares funcionan perfectamente. Poco es poco.