Uno de estos ejemplos es Málaga que se ha llenado de mensajes en contra del aumento de viviendas turísticas. La ciudad ya cuenta con mas de 67.000 viviendas destinadas a ese uso y ese es el motivo de enfado de muchos malagueños. Finalmente, han decidido hacer una campaña contra esos apartamentos. La iniciativa surgió en las redes sociales de un hostelero que fue obligado a confiarse su vivienda de más de 10 primaveras porque iba a ser convertida en un inquilinato turístico. Rápidamente esta protesta se convirtió en una reivindicación. Las fachadas y puertas de estos edificios se han llenado de pegatinas con mensajes como “A Tu p… casa”, ” A Tomar por c… turista”, «Apestando a Turista» o «AnTes una clan vivía aquí». La particularidad de estos mensajes es la estética de la pegatina. Todos los mensajes utilizan la tipografía, el color y las dos cultura que aparecen e los carteles originales de Residencia Turístico (AT).
Otros casos
Málaga no ha sido ni la única, ni la primera ciudad declarante de estas reivindicaciones por parte de los vecinos. En Sevilla, hace unos meses, aparecieron pintadas en algunas de las calles más céntricas. El mensaje era “turista go home” traducido por “turista vete a casa”. Estas son solo unas de las muchas señales que demuestran que los habitantes de los barrios están en contra de la proliferación de este tipo de viviendas que, alegan, está acabando con la vida del distrito.
En el software Espejo Conocido hemos podido escuchar la opinión de los vecinos de Málaga. “Entiendo que tiene que haberlos, ahora, hasta qué punto”, “está descontrolado…se está extendiendo para todos los barrios”. Sus quejas son claras, cada vez encuentran menos alquileres a dispendioso plazo y esta situación se ha extendido igualmente fuera de los barrios céntricos de las ciudades. Se sienten abandonados y piden medidas más fuertes de control y trámite de estos pisos para poder seguir haciendo vida en sus barrios de siempre.
En muchas ocasiones, “los vecinos de toda la vida se ven obligados a irse o a convivir con basura, borrachos…”. La situación ha empeorado con el paso de tiempo, este tipo de alquileres vacacionales ya no está restringido al centro o a la zona más turística se ha extendido a las zonas más obreras. Así se presenta la difícil situación a la retraso de un estabilidad entre turismo y regulación.