Cuando Ione fue a la habitación de su hija y se encontró con la cama vacía, pensó que había pasado la confusión en casa de su amiga Tammy: Denise tenía un concierto el día preliminar con unos compañeros de trabajo. La religiosa no dio viejo importancia a su desaparición y dejó ocurrir las horas, pero al calar la tarde y ver que Denise no regresaba, empezó a preocuparse.
Llamó a todos los amigos de su hija y descubrió que Denise no había dormido con Tammy. Se organizaron batidas y, en una de ellas, otra amiga, Debbie, descubrió el coche de Denise con las puertas abiertas y las luces de emergencia encendidas cerca de la autopista. La búsqueda de la muchacho fue frenética durante los siguientes tres abriles. Nadie podía creer en su desaparición. Hasta que una corazonada destapó la verdad: un peligroso enemigo la había mantenido oculta en un congelador.
Estricta educación
John Joseph Famalaro nació el 10 de junio de 1957 en Long Island (Nueva York), aunque, al año subsiguiente, la grupo se mudó a Santa Ana (California). Hijo de un diestro de la Fuerza Aérea norteamericana y de una ama de casa, nuestro protagonista creció en un hogar cristiano auténtico y conservador donde se hacía hincapié en la educación. Los progenitores infligían, tanto a él como a sus dos hermanos mayores, correctivos físicos -les pegaban con un cinturón-, y se comportaban de forma abusiva e intimidatoria amenazándolos con que sus almas irían al averno si pecaban.
A esto se sumaba la escasa interacción con el resto de los vecinos o fieles de la iglesia, a la que acudían regularmente, y, por consiguiente, había escasa socialización. Encima, John sufría las burlas de sus compañeros de clase, al que apodaron “Femalaro”, porque era barbilucio y dulce, “un poco encorvado” y solitario.
John Famalaro, de muchacho
En plena adolescencia, John fue enviado al seminario, no con la esperanza de que se convirtiera en sacerdote, sino para, según su religiosa, “se le pegara mucho de eso”. Tras la medición, el muchacho ingresó en una universidad católica de artes liberales y allí conoció a su primera novia, Ruth. La pareja continuó el romance hasta que ella sufrió un malogro y volvió a quedarse grávida. Aquí fue cuando Ruth decidió renunciar a John y entregar al criatura en prohijamiento.
Por otro banda, los padres de John decidieron mudarse a Prescott Valley (Arizona), pero John optó por quedarse con su abuela materna y tratar de sacarse la carrera de quiropráctico. No lo consiguió. Así que se metió en el negocio de pintura de casas y montó su propio negocio en un almacén de Falta Hills.
Ficha policial de John Famalaro
Durante esta época, John se volvió más sociable y tuvo varias novias, la masa le veía como un muchacho con buen sentido del humor y lo describieron como un tipo divertido, inteligente, amable, respetuoso, considerado y educado. Pero igualmente como alguno reservado y manipulador.
Cuando cumplió los treinta, John empezó a tener cambios de humor repentinos, a mostrarse retraído y deprimido, pero a la vez abrió más su mente en cuanto al sexo se refiere. Recordemos que había sido educado bajo una profunda y castrante convicción religiosa.
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Sin bloqueo, el 27 de mayo de 1991, tan solo una semana antaño de cometer su primer crimen, John llamó a una renglón de ayuda para personas con problemas de depresión y pensamientos suicidas. La indicación duró 42 minutos.
Sin huella
En torno a las dos de la alboreo del 3 de junio de 1991, el coche de Denise Huber, de 23 abriles, sufrió un contratiempo: se le pinchó una rueda. La muchacho regresaba a casa tras presentarse a un concierto con unos compañeros de trabajo y, a lo allí, John observaba la número. El depredador llevaba varias horas buscando una posible víctima.
Cuando vio a Denise, se acercó con su coche, se ofreció a arreglar el reventón, pero cuando la tuvo cerca sacó un martillo y la golpeó en la inicio. Entonces, la metió en su transporte y condujo hasta su almacén de pintura donde la violó. Al terminar, cogió de nuevo el martillo y lo descargó contra la muchacho hasta en treinta ocasiones causándole la asesinato.
Denise Huber, asesinada por John Famalaro
En ningún momento, el enemigo pensó en deshacerse del cuerpo de su víctima, sino que lo desnudó, lo metió en un congelador y guardó el armamento del crimen, el bolsa y las pertenencias de la chica en una caja. Mientras tanto, los padres de Denise iniciaron una búsqueda frenética por encontrar a su hija.
Una amiga encontró su coche desidioso en la carretera con las puertas abiertas y las luces de emergencia encendidas, las autoridades descubrieron que faltaban el bolsa, las llaves y las pertenencias de Denise.
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Durante las siguientes semanas, se buscó pistas y se utilizaron todos los medios físicos y humanos posibles para encontrarla. Helicópteros, unidades caninas, cientos de agentes, decenas de voluntarios… Pero la búsqueda fue infructuosa. “Parecía que Denise se había desvanecido por completo”, llegó a aseverar el exjefe de la policía de Costa Mesa.
Los padres de Denise Huber
En julio de 1994, la suerte de los Huber cambió gracias a un modismo de los acontecimientos. En esos momentos, John cuidaba de sus padres enfermos, por lo que se había mudado a Prescott Valley (Arizona) donde, encima, continuó con su negocio de pintura. Ese verano, una pareja de jubilados, Jack y Elaine Court, querían copular una tienda circunscrito y traicionar artículos de pintura, así que contactaron con John.
El casamiento acudió a la propiedad de John para comprar algunos artículos, pero poco llamó su atención. Elaine se fijó en un camión de mudanzas estacionado en el patio trasero y aparentemente desidioso, a establecer por la maleza cerca de los neumáticos. Aquello les hizo sospechar de que se trataba de un transporte robado, así que anotaron la matrícula y se lo contaron a la policía.
El camión de mudanzas donde John Famalaro tenía escondido el congelador
Cuando el agente buscó los datos del camión comprobó que este había sido robado seis meses a espaldas, así que procedió a inspeccionar a John. El ayudante del Sheriff esperó a que el hombre regresara, pero mientras tanto hizo una serie de comprobaciones. Entonces, descubrió productos químicos fuera del camión y un cable eléctrico que salía de la parte trasera. Todo apuntaba a un laboratorio de drogas.
El policía avisó a narcóticos y un equipo se presentó minutos más tarde. Al registrar más a fondo el camión, no hallaron drogas, sino un congelador: “Interiormente había bolsas de plástico, obviamente con poco en el interior. Había un olor y noté linaje congelada en el fondo del congelador. Cuando abrimos la bolsa de plástico y la despegamos, pude ver un protector, y cuando empezamos a rasgar más la bolsa, parecía ser una mujer adulta muchacho”.
El congelador donde John Famalaro ocultó el cuerpo de Denise Huber
La imagen era dantesca: Denise estaba de rodillas, con la inicio inclinada y los brazos esposados a la espalda, y le había metido un paño en la boca, que estaba cerrada con cinta adhesiva. En ese instante, John llegó a su propiedad y con una tranquilidad pasmosa no se inmutó cuando le señalaron el congelador.
Mientras varios agentes seguían registrando el transporte, donde localizaron una caja con las pertenencias de una mujer -bolso, llaves, ropa y un martillo ensangrentado-, John fue detenido y llevado a comisaría donde no quiso explicar ausencia acerca de porqué tenía un fallecido de mujer en el congelador.
Un mazazo a la esperanza
El congelador y la caja no fueron las únicas pruebas halladas en este circunstancia. Igualmente se descubrió una especie de habitación subterránea oculta en la parte trasera del sótano de la casa. Y, aunque no había más víctimas, la policía creyó que estaban en presencia de un posible enemigo en serie. A partir de ahí, el condado de Arizona se puso en contacto con otros condados para tratar de acechar la identidad de la mujer del congelador.
Tras las averiguaciones pertinentes, se confirmó que el cuerpo pertenecía a Denise Huber, desaparecida en junio de 1991. La grupo al enterarse de la anuncio quedó devastada. Todavía no habían perdido la esperanza en encontrar a la muchacho.
John Famalaro, el ‘enemigo del frigorífico’, durante el sumario por matar a Denise Huber
El 7 de abril de 1997 se celebró el sumario contra John Famalaro por el homicidio en primer límite de Denise Huber. El pronunciado negó los hechos, pero las pruebas eran irrefutables: el apodado como The icebox killer (el enemigo del frigorífico) había secuestrado, violado y maltrecho hasta la asesinato a la víctima, encima de acontecer escondido su cuerpo durante tres abriles.
La Corte de California lo condenó a la pena de asesinato y, desde entonces, John aplazamiento su ejecución en la prisión estatal de San Quintín. De ausencia le han servido las apelaciones interpuestas por sus abogados alegando errores en el proceso, ya que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ratificó la sentencia en el año 2011.
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