Un temporalizador central que se sincroniza con la luz y la oscuridad
Estas desincronizaciones igualmente suelen ocurrir los fines de semana cuando lo horarios de las comidas, de sueño y de actividad, respecto a la semana. Esto se denomina ‘jetlag’ social y cuando se produce nuestro organismo lo vive como cuando nos vamos de alucinación a un país con varias horas de diferencia. “Eso hace que tu organismo se prepare para una hora y a esa hora no comes, produciendo alteraciones en la independencia de insulina”, afirma la catedrática de Fisiología en la Universidad de Murcia, Marta Garaulet.
Cuando no se respeta esa sincronización, entramos en lo que los expertos denominan como cronodisrupción. “De entre los hábitos que lo producen podemos musitar del trabajo a turnos, las personas sometidas a ‘jetlag’ porque viajan mucho y está demostrado que esta desliz de sincronía entre nuestro organismo y los factores externos aumenta el peligro de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes u obesidad”, afirma la doctora Becerrada Daimiel.
Así, según el Instituto de Mantenimiento y Tecnología de los Alimentos, la crononutrición es una ciencia que sugiere alimentarse de acuerdo a nuestros relojes biológicos bajo la idea de que los alimentos tienen unos u otros posesiones en el organismo dependiendo de la hora en que sean ingeridos. En la hogaño, la crononutrición investiga el propósito de la víveres sobre nuestro ciclo circadiano.
Encontramos variaciones entre las personas
Hay que tener en cuenta que la luz, que ayuda al cuerpo a orientarse en el momento del día que es, igualmente puede ser la fabricado que impacta en nosotros cuando estamos en casa o en cualquier otro sitio iluminado.
No aceptar horarios de comidas regulares, retrasar la hora de la cena, la de la comida
La luz blanca o la luz azur engaña a nuestro organismo, creyendo que es de día por lo que no entiende qué hora es y puede desregularnos metabólicamente creyendo que necesitamos energía cuando, en existencia, nos vamos a descansar. Otro negociador determinante son los periodos de ayuno y víveres que es percibido por el temporalizador que tenemos en nuestro estómago, así como el reposo y el movimiento, son los puntos que debemos tener en cuenta a la hora de marcar nuestras rutinas diarias.
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