Etimológicamente, su nombre genérico arum, procede del incomprensible aron, que significa “calor”, aludiendo con ello a la energía calorífica que desprende la planta durante su floración; su epíteto italicum deriva del latín italicus y hace narración a su sede en Italia.
Presenta un tubérculo rizomatoso del cual se desarrollan las raíces. Sus hojas, considerablemente pecioladas y de color verde claro, a veces con manchas de tonalidades púrpureas en la parte superior, nacen del rizoma subterráneo; aparecen en otoño y desaparecen en primavera, son de forma triangular claramente sagitadas, semejantes a lanzas, con dos lóbulos laterales divergentes y nervaduras blanquecinas más o menos marcadas. Aunque puede parecer que tiene una sola piropo, en existencia se comercio de una vistosa inflorescencia formada por muchas flores situadas en la cojín de una columna o eje carnoso amarillento llamado espádice: las masculinas estériles están encima, debajo las masculinas fértiles, a continuación las femeninas estériles y por postrero las fértiles. Dicha inflorescencia está parcialmente rodeada por una hojilla lanceolada y verde amarillenta, indicación espata, que desempeña la función de defenderla de las adversidades climáticas, atraer con su robusto olor a urea a los insectos, especialmente a las moscas, y respaldar el mantenimiento de elevadas temperaturas internas en el momento de la polinización. En esta espata, totalmente resbaladiza adecuado al grasa secretado por unas papilas, los insectos quedan atrapados en la cojín. Cuando las flores masculinas se abren los impregnan de polen. Los insectos en su lucha por huir golpean las flores femeninas, fecundándolas.Florece de desde febrero a junio. Sus frutos son bayas carnosas, ovoides, agrupadas en un racimo o infrutescencia alargada; inicialmente son verdes y al cavilar, en verano, rojas anaranjadas y brillantes; quedan al descubierto al caer la espata y cada una de ellas contiene de una a cuatro semillas grisáceas o pardas. Crece en terrenos húmedos y nitrificados, bordes de cultivo, herbazales, caminos y carreteras, huertas, jardines, y zonas boscosas, en terrenos removidos adecuadamente por actividad humana o por el vacada. Por otra parte de propagarse por semillas lo pueden hacer por división de sus rizomas.
Teofrasto, filósofo y fitógrafo de la Grecia antigua, discípulo de Aristóteles, describió las raíces carnosas de la planta en su obra VI dedicado a las plantas cultivadas en jardines y huertos. En el sigo I, Dioscórides deje del arum en el capítulo 157 de su obra II. La decocción del tubérculo ha sido utilizada tradicionalmente en medicina para el dolor de muelas y como expectorante. La anilina e infusión de su raíz para combatir catarros bronquiales. Las hojas frescas machacadas se usaron, aplicadas directamente en forma de ungüento o pomada, para curar quemaduras, sabañones y reumas, como antiinflamatorio y analgésico.. En cataplasma se aplicó todavía sobre los guatitas y como purgante. Todavía, su uso, especialmente por vía interna, está totalmente desaconsejado por ser enormemente venenosa tanto para humanos como para animales. Al contacto con la piel y adecuado a la presencia de aroína, produce irritaciones y picazón. Contiene encima saponinas, sales de calcio y potasio y ácido cianhídrico. La ingestión de partes frescas de la planta pueden ocasionar envenenamientos graves. No obstante, los tubérculos fueron utilizados en algunas regiones y en tiempos de escasez como comestibles humana. Para ello se cocían durante un tiempo prolongado y se les cambiaba el agua varias veces a fin de que perdiesen su toxicidad. La albumen obtenida se añadía a la harina. Si adecuadamente los animales rechazan su consumo fresco al pastar, sus hojas, todavía cocidas, se emplearon, en otras zonas, como forraje. Los viejos agricultores, observando la espata, hacían un cálculo sobre las cosechas del año.
Parece ser que en la antigua Grecia se utilizaba en rituales adecuado a sus propiedades afrodisíacas y en la Permanencia Media en pociones de aprecio. En el Ara Pacis de Roma, entre las casi noventa especies vegetales esculpidas en el mármol, se encuentra recurrentemente esta especie considerada símbolo de prosperidad y bienestar.
Se usa como planta ornamental en horticultura, aunque es bueno mantenerla fuera del envergadura de los pequeños, quienes se pueden percibir atraídos por el brillante color de sus bayas. Actualmente se usa en homeopatía.