Justícia se compromete a reforzar la vigilancia en las cocinas mientras sigue el bloqueo en las cárceles



La conselleria de Conciencia ha expresado el primer compromiso en la crisis abierta con los funcionarios de prisiones por el homicidio a manos de un interno de la jefa de cocina de la prisión de Tarragona. El área se ha comprometido a reanimar la vigilancia de las cocinas de las cárceles a posteriori de asistir a una reunión entre los familiares de la víctima y el Comité de Empresa del CIRE (Centre d’Iniciatives per la Reinserció), entidad que contrataba a la víctima. Según han renovador fuentes de la reunión a la agencia EFE, la consellera de Justícia, Gemma Ubasart, y el secretario de Mesures Penals, Amand Calderó, han asistido al inicio del cruce para dar el pésame a los familiares y trasladarles su apoyo. A pesar de que cinco días a posteriori del homicidio, Conciencia aún no ha explicado qué falló para que un hombre condenado por matar con un cuchillo a una mujer estuviera destinado a la cocina de la prisión, se ha comprometido a dotar de maduro seguridad a los trabajadores de la cocina. “Tenemos abierta una investigación y cuando recibamos el resultado, podremos hacer una valoración del hecho”, ha justificado la consellera en una rueda de prensa. 

En la reunión con el comité de empresa, Conciencia ha anunciado que se incrementará el personal funcionario destinado a la vigilancia de las cárceles, se habilitarán pulsadores de alerta y se aumentará el personal de las cocinas de algunos turnos.  Ambas partes se han emplazado a revisar los protocolos de seguridad del perímetro y a favorecer que los representantes del CIRE puedan participar en las reuniones de tratamiento donde se decide el itinerario penitenciario de cada interno. 

Los trabajadores exigen que un preso con delitos de casta no pueda trabajar en la cocina

En un comunicado, el personal de cocina de Instituciones penitenciarias denunció que desempeñaban su labranza “trabajando directamente con internos armados con cuchillos, hachas y otras herramientas” sin ningún tipo de protección. “Nuestro puesto ni siquiera está considerado como de suscripción peligrosidad”, recriminaban. Y agregaban que “escapa al sentido global” que no tengan capacidad para “para apartar del servicio o descartar a un interno cuando no tiene las aptitudes o actitudes necesarias para trabajar en estas condiciones” y reclamaban que se les dotara con “walkies, ordenanza del pánico,  o protocolos de seguridad específicos”. Y exigían que “ningún interno con delito de casta o un perfil violento sea destinado a cocina, tenga buena conducta o no”. 

Los Mossos impiden el cerco de los accesos en Quatre Camins, Joves y Brians 2

Los funcionarios de prisiones lograron cerrar desde primera hora de la amanecida los principales accesos en la mayoría de centros. Sin requisa, en el de La Roca del Vallès, un maduro dispositivo de los Mossos d’Esquadra ha evitado que se bloquee el entrada al perímetro, con lo que se permitía la entrada y salida de trabajadores que no secundan la protesta. En las prisiones de Joves y Brians 2, aunque con el insignificante personal, se ha podido permitir que los reclusos puedan salir de sus celdas. En el resto, siguen confinados.

Según los datos ofrecidos por el área de Justícia, un total de 4.014 internos de 7 cárceles catalanas no pueden salir de sus celdas. Así, por centros, queda de la ulterior guisa: 1034 presos permanecen encerrados en Brians 1, en Sant Esteve de Ses Rovires (Barcelona); 793, en Mas d’Enric (El Catllar, Tarragona); 717, en Puig de les Basses (Figueres, Girona); 625, en Ponent (Lleida); 106, en la prisión de mujeres de Wad Ras, en la ciudad de Barcelona, y 802 en Lledoners (Sant Joan de Vilatorrada, Barcelona).

La protesta todavía tiene repercusión en la sucursal de probidad desde el jueves pasado. Según la conselleria, se han anulado 119 horizontes judiciales. Concretamente, se han suspendido 41 juicios orales, 18 video conferencias judiciales y 60 diligencias. Incluso se han anulado 8 traslados para ir a pleito. El Consell de l’Advocacia de Catalunya ha recriminado que “el cierto derecho a la protesta en ningún caso debe impedir el control del derecho a la defensa por parte de los profesionales de la derecho” y reclaman a las autoridades que “tomen las medidas necesarias para resolver el conflicto de forma urgente y evitar que en el futuro se repita una situación como esta”. 

La consellera advierte que habrá sanciones para quienes no acudan a su puesto de trabajo

Mientras tanto, las posiciones para entablar un diálogo entre Govern y sindicatos siguien enrocadas. La conselleria de Conciencia sigue sin admitir ninguna responsabilidad sobre el homicidio de la cocinera de la prisión de Tarragona y los sindicatos reclaman la dimisión del secretario de Mesures Penals a quien acusan de sobrevenir favorecido con sus políticas la indefensión de los trabajadores penitenciarios. En una comparecencia en presencia de los medios este lunes ha despabilado que los funcionarios y trabajadores que no acudan a sus puestos de trabajo “se exponen a un expediente disciplinario”. 

Las protestas se producen sin una convocatoria de huelga oficial y por consiguiente, los manifestantes estarían incumpliendo sus obligaciones. “Es una situación preocupante porque afecta a derechos y a la seguridad de los trabajadores y y de los internos”, ha lamentado la consellera, Gemma Ubasart. El secretario de mesures penals, Amand Calderó, ha obtuso que se planteen sustituir a los funcionarios o a los trabajadores con otros empleados o incluso con mossos d’esquadra para recuperar la normalidad de los centros. “No nos planteamos carencia más, porque no hace errata”, ha dicho. 

En Quatre Camins, un centenar derrochador de funcionarios mantenían la protesta pasadas las 8.00 horas. La resistente presencia policial permitió la entrada y salida de funcionarios y el resto de trabajadores del centro, pero no evitó las escenas de tensión. A las puertas de la prisión, seis interinos que llevaban un turno de 40 horas han sido obligados a regresar por orden del director, Domingo Estepa. Los portavoces sindicales han asegurado que estos trabajadores fueron amenazados por el director de la prisión con no renovar el entendimiento sino se reincorporaban a sus puestos de trabajo.

El responsable del centro ha obtuso el entrada al perímetro de una ambulancia con sanitarios que habían sido alertados a posteriori de que dos de los interinos sufrieran un ataque de ansiedad por la tensión del momento. Este centro es de los pocos que ha podido rasgar las celdas pero en régimen de día festivo, con suspensión de actividades y sin horizontes programadas.

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