Durante la operación se han llevado a parte cinco entradas y registros: cuatro en Salamanca y uno en Madrid. En estos registros se han intervenido varios teléfonos móviles, sustancias estupefacientes, 38 cartuchos de armas detonadora y documentación relacionada con la investigación.
Los detenidos se encuentran repartidos entre Madrid, Valencia, Salamanca, Ámsterdam y Bogotá. De los siete detenidos, cuatro ya han ingresado en prisión por orden jurídico.
Asimismo, la estructura criminal contaba con una amplia red de colaboradores en Colombia y Venezuela, quienes recibían 500 euros por cada víctima captada aprovechando su situación de vulnerabilidad y pobreza.
Así operaban
Los integrantes del entramado persuadían a las víctimas para delirar a Europa simulando un delirio turístico. Las convencían para contratar un seguro de delirio y la reserva de hotel. Adicionalmente, las enviaban el efectivo en efectivo requerido en los controles fronterizos para acreditar medios suficientes durante la estancia. Pero, cuando las mujeres llegaban al destino, eran obligadas a devolver ese ‘préstamo’, lo que las generaba una deuda de entre 6.000 y 8.000 euros por víctima.
Por este motivo, la red obligaba a las mujeres a cultivar la prostitución en pisos de arriendo en diferentes ciudades europeas para saldar la deuda, encima de requerirles cobros adicionales en concepto de arriendo, manutención, preservativos o anuncios de servicios sexuales.
La estructura ejercía un control ilimitado sobre sus víctimas, a quienes cambiaban de ubicación según les reportara más beneficios y para dificultar la detección de su actividad criminal.
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