Fuentes empresariales valoraron favorablemente este incremento de las exportaciones, que pasaron de 31.533 a 33.835 toneladas y que propiciaron una facturación de 29,48 millones de euros para la totalidad del sector.
Este aumento supone un respiro para unas empresas que deben afrontar el encarecimiento de los costes de producción y muy especialmente de los gastos de reparación y piezas de maquinaria. “No hay y tardan mucho en suministrarlas. Es lo que más subió”, comentaron fuentes de los pizarristas. Pero no solo aumentó la disposición de los talleres, todavía se elevaron los salarios y los suministros de las canteras, según indicaron.
El viejo compra no es el único obstáculo al que se enfrentan las canteras de pizarra. Asimismo está la desidia de personal cualificado. “No hay clan especializada”, aseguraron en el sector. Esta situación es muy parecida a la que viven las empresas dedicadas a la colocación de pizarra, donde la desidia de reemplazo impide que asuman todas las obras que les ofrecen. Fuentes sindicales atribuyeron esta escasez de trabajadores a la crisis que vivió el mundo de la construcción hace más de una división, situación que llevó a muchas personas a descartar prepararse para trabajar en esta actividad.
En remisión a los salarios, el sector gallego afrontará próximamente la negociación de un convenio colectivo que afecta a aproximadamente 2.500 trabajadores. La central sindical UGT ya denunció el vencimiento del aludido, una circunstancia que fue comunicada a todas las partes, sin que por el momento haya sido fijada aniversario alguna para el inicio de las negociaciones.
Francia aumentó un 11% la importación
El incremento más trascendental en las compras de pizarra es el de Francia, que en el primer mes del año importó 17.926 toneladas, aumentando en un 11 % el nota del mismo periodo de 2023. Asimismo crecieron las compras realizadas desde el Reino Unido, subiendo un 5 % y alcanzando las 7.604 toneladas. El tercer cliente de las canteras españolas, Alemania, se sumó a los incrementos. En dirección a este país viajaron 3.606 toneladas, o lo que es lo mismo, un 6 % más que en el mismo periodo de 2023.
No sucedió lo mismo con otro país importante para los pizarristas, Bélgica, que redujo la cantidad de piedra adquirida en un 28 %, dejando este nota en 1.231 toneladas. A continuación está Estados Unidos, cuya tradición en el uso de este material lleva a los empresarios a depositar en él buena parte de las perspectivas de futuro. En las primeras semanas del año se hizo con 733 toneladas, el 33 % más que hace un año.
Un nota muy a tener en cuenta al atracar las exportaciones de pizarra es el precio medio de la tonelada de esta roca. En enero, este aumentó un 4,9 %, continuando una tendencia creciente, si correctamente en último medida que en los meses anteriores, como refleja el 11,5 % que alcanzó en el gimnasia de 2023.