Cascajares resurgirá de sus cenizas el próximo 2 de octubre


Han pasado casi ocho meses desde que un incendio devastó la fábrica el 26 de enero. Industria cárnica Cascajares en Dueñas (Palencia). El camino desde entonces no ha sido fácil, pero la compañía ya tiene marcada en rojo una fecha en el calendario: la 2 de octubre. Será el día en el que, si todo va bien, se volverá a abrir.

La nueva fábrica va cogiendo forma y contará con unas instalaciones “mucho más modernas, productivas, cómodas y, sobre todo, seguras”. Su propietario, Alfonso Jiménez, reconoce a Ical que de aquella pesadilla está surgiendo un sueño. «Ese mismo día, una vez apagado el fuego, nos pusimos manos a la obra. Se diseñó una nueva fábrica sobre una hoja de papel en blanco y de él ha venido hoy esta realidad.

Asegura que han aprendido de la desgracia y La nueva planta está diseñada para prevenir un accidente como el ocurrido en enero y que destruyó el trabajo y esfuerzo de muchos años. Esa noche se produjo el incendio, Cascajares se disponía a duplicar la producción y la empresa vivía un momento “maravilloso”. “Pero luego vino la gran cura de la humildad”, lamenta Jiménez, que recuerda cómo el incidente les hizo recordar sus orígenes y ver “cómo la vida a veces te golpea y de repente te baja de la nube”.

La nueva fábrica se está construyendo en una parcela a pocos metros de donde estaba la original. Será una planta que permitirá triplicar la producción para que esta empresa de platos preparados y asados ​​gourmet pueda continuar con su línea exportadora, llevando sus productos a cada vez más países. «Estamos pintando y alicatando. Sólo faltan las subastas. Son cosas pequeñas pero llevan tiempo y lo más importante es no hacerlo con prisas para garantizar la seguridad de los 70 trabajadores que actualmente trabajan en la reconstrucción. No queremos ninguna desgracia”.

Esta nueva planta se dividirá en tres zonas completamente separadas por muros de hormigón que pueden actuar como cortafuegos si fuera necesario. Por un lado estará el núcleo de la empresa con las oficinas y las cadenas de producción y el almacén estará ubicado completamente separado. A una distancia de diez metros, que es la mínima exigida por ley, se ubicará el cuarto con la maquinaria, motores y red eléctrica. «Esta es la zona más propensa y donde los incendios suelen originarse con mayor facilidad. Al construirlo todo por separado se minimiza mucho el riesgo”, apunta Jiménez. El objetivo es que si algún día vuelve a ocurrir algo así, el fuego no llegue a la zona de producción. “Lo que queremos con esto es salvaguardar lo más importante que tenemos y es la gente que trabaja con nosotros”.

Además, ha invertido en un Sistema de autoextinción de incendios “de última generación” que se activa instantáneamente rociando agua si se detecta fuego. Tiene un depósito de un millón de litros y es capaz, afirma Jiménez, de apagar las llamas “en cuestión de minutos”.

La prioridad de Cascajares, una vez inaugurada su nueva fábrica, es llegar a tiempo para la campaña navideña y poder repartir sus famosos platos como los capones, el cochinillo y el pavo asado tan típicos de aquellas fechas. De hecho, esperan repartir más de 600.000 cenas este año. “Estamos seguros de que será una campaña magnífica porque la gente nos va a ayudar después de la catástrofe y podremos recuperar puestos de trabajo y devolver esos puestos de trabajo perdidos”, explica al tiempo que anuncia que su objetivo es contratar a 74 empleados que estaban trabajando antes de que todo se quemara.

Durante este tiempo de incertidumbre, la compañía ha conseguido mantener a 60 personas en su plantilla ya que la producción se trasladó temporalmente a unas instalaciones cedidas en la provincia de Valladolid. “La verdadera tragedia es que la plantilla no nos hubiera esperado y hubiera ido a la competición”, reconoce Jiménez.

Unos meses difíciles en los que la empresa ha recibido el apoyo no sólo de las administraciones sino también de muchos ciudadanos que han querido hacerles llegar muestras de solidaridad y cariño, regalándoles incluso entradas para el sorteo Extraordinario de Navidad de este año. Jiménez confiesa que eran como “una fuerza invisible” y que, aunque han tenido muchas ofertas sobre la mesa, incluso de fuera de Castilla y León, su intención siempre fue permanecer en el municipio palentino de Dueñas como forma de agradecer a todos los que el Ayuntamiento y sus vecinos han hecho por ellos.

Supervivencia

Alfonso Jiménez explica que aquella fatídica mañana de enero se quemó todo menos la marca. Durante el incendio, la fábrica alcanzó 1.500 grados como consecuencia de las llamas y lLo único que sobrevivió fue el cartel con el nombre de la empresa. situado en lo alto de la nave. “Se mantuvo perfectamente, no sufrió daños y ni siquiera hubo que pintarlo porque está impecable”.

Por este motivo, la empresa ha decidido convertirlo en un “símbolo de fortaleza”. Una vez finalizadas las obras, ese mismo cartel coronará nuevamente la fábrica y será izado en un acto simbólico que se realizará junto a todos los trabajadores. “Lo armaremos para demostrar que Cascajares está más vivo que nunca”.

A pesar de lo sucedido, Cascajares quiere anunciar que la empresa cumplirá con la tradición y celebrará su ya famoso subasta de caridad de capones para Navidad a favor de la Fundación Nuevo Futuro. Este evento, que cada año reúne a los rostros más conocidos en un hotel de Madrid, celebrará su trigésimo cuarta edición en 2023 y, según Alfonso Jiménez, estará “más bonito que nunca”.

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