López Obrador y Petro se han comprometido al “combate frontal” contra el traficantes de drogas. El presidente colombiano asegura que el antídoto contra el consumo de drogas es “élamar“.
“Cada dólar que se invierte en reducir la demanda ayuda a la familia a prevenir que se produzca la adicción. Cada dólar que se destina al hospital público, al médico, a la salud mental, a los psicólogos, a jugar en las guarderías, a crear amor, ayuda a reducir la demanda de drogas”, dijo.
Sin embargo, no han dejado de insistir “en la otra cara de la moneda”, que es EE.UU, él principal consumidor de narcóticos y clave en el tráfico de armas. “Hoy, como era de esperar, la dinámica de la política llamada guerra contra las drogas, llevada a cabo en Estados Unidos hace 50 años, trasladada a la Unión Europea y posteriormente a las Naciones Unidas, ha convertido a todas las sociedades latinoamericanas en víctimas de sus consecuencias”, dijo Petro. .
Allí habló de un “genocidio” impuesto por este “Guerra contra las drogas” que ha dejado un millón de muertos en el continente y señaló el “silencio” de los países latinoamericanos que los hizo “cómplices”.
“Tenemos una obligación moral y por humanismo debemos participar en la lucha contra el consumo de fentanilo en Estados Unidos”, dijo el presidente de México.
Una “hoja de ruta”
Colombia y México quieren América Latina ser quien habla al mundo con su propia voz y liderar la conversación sobre cómo regular las drogas o abordarproblemas relacionados con ellos. Ante ello, se ha firmado el ‘Documento Final de Santiago de Cali’, una “hoja de ruta” para buscar un “consenso regional” sobre esta problemática.
Son 17 puntos con ciertas posiciones comunes y puntos de partida acordados entre Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. .