¿Dónde es? La identificación de diez fotografías toledanas


La fotohistoria aborda la evolución de la fotografía cuyo origen se oficializó en 1839. Hacia 1980 se iniciaron los estudios de esta rama en España, repasando los orígenes y avances de aquel invento que hoy está universalmente controlado. Los inicios en Toledo surgieron, en 1983, con el trabajo de cinco autores, encabezados por Manuel Carrero, para rehabilitar el legado fotográfico que Casiano Alguacil (1832-1914) dejó en la ciudad.

La fotohistoria ha resucitado protagonistas e infinitas obras de galerías ya cerradas o en manos privadas. Se han generado exposiciones, múltiples estudios y una esmerada atención en archivos, bibliotecas e instituciones, aunque, en su fácil difusión digital, muchos usuarios omiten el origen real de cada imagen. El éxito de la fotografía ha llegado a potenciar su coleccionismo en el mercado de antigüedades. En este artículo preferimos valorarlo como un documento que, por sí solo, hace historia.

Tareas de citas

En mis investigaciones de historia en el Archivo Municipal de Toledo recurro con frecuencia a las imágenes allí disponibles, muchas de ellas procedentes de la colección del siempre recordado Luis Alba (1934-2020). La enorme cantidad de fotografías, en todo tipo de soportes y formatos, obliga al personal del Archivo a realizar una minuciosa tarea de identificación, imagen a imagen, para poder “rescatarla” en cualquier momento. Elementos tan básicos como la autoría (casi siempre anónima), el contenido y la fecha rara vez se consignan en el original. A veces, tras un minucioso repaso de la fotografía, se descubren pistas suficientes para asignarla o desvincularla de un fotógrafo o de unos años inicialmente supuestos.

Uno de los escollos habituales es identificar el lugar fotografiado porque, aunque se trata de un enclave céntrico, puede resultar confuso al tratarse de una visión inversamente positiva. Hay que analizar todos los detalles de las panorámicas, de los edificios, de las plazas y calles, de las aceras, del tendido eléctrico o del mobiliario urbano: fuentes, bancos, farolas, etc. Evolución vegetal (árboles y jardines), rótulos comerciales y varios anuncios ayudan a establecer una hora o fecha precisa. Estos detalles se complementan con otras fuentes disponibles en el propio Archivo o donde la evidencia nos orienta comparando obras públicas y privadas, normas, protocolos, hemerotecas, etc.

Desde fechas recientes, en el Web del Archivo Municipal, en el apartado de exposiciones virtuales, se incluye una entrada sobre datación fotográfica de trabajos acompañada de un sencillo “entretenimiento” para cualquier usuario: reconocer la localización de diez fotografías tomadas entre 1898 y 1970. Con la colaboración del fotógrafo Agustín Puig Proporcionamos la solución aquí mostrando el mismo lugar capturado en agosto de 2023.

Cinco fotografías entre 1897-1936

El primero es un grupo de mujeres mirando a la cámara en el callejón del Cristo de la Calavera, hacia 1897. Es uno de los pares de una fotografía estereoscópica, de autor anónimo. La clave para identificar el lugar es la puerta de atrás, una entrada secundaria que aún se conserva en el palacio Canónigo Obrero, en la plaza de Abdón de Paz. Tampoco sabemos quién capturó la calle Sinagoga, hacia 1910, con un elegante peatón portando una cámara. A la izquierda destaca la esquina del almacén de muebles de Mariano Ortiz, edificio donde en 1917 el industrial Maximino Guerrero adjuntó el Teatro Moderno para transformarlo en el flamante Cine Moderno (1932-1973). Derribado años después, surgieron varias viviendas y un pasaje comercial.

La tercera imagen muestra a un vendedor ambulante con un burro en la Plaza de las Fuentes, cerca del Colegio de Nuestra Señora de los Infantes. Al fondo, a la derecha, se sitúa la puerta de una casa particular con arco conopial que se conserva en la actualidad. La foto de 2023 muestra la fachada de la casa anexa reformada sobre un conjunto de baños y cisternas. La cuarta foto capta la empinada Plaza de Santa Catalina, cerca de las Carreras de San Sebastián, quizás en los años veinte. Encima de la modesta casa de la izquierda se encuentra parte de la extensa casa, conocida como El Rincón, en el Corredorcillo de San Bartolomé. Las reformas de la plaza y de las casas anexas se iniciaron en 1982.

De los años 30 es una postal de L. Roisín (fotógrafo y editor parisino, 1884-1943) titulada brevemente Toledo. En él, una mujer posa sobre el dintel de un antiguo portal de la calle Juan Labrador, número 3, que aún conserva su antiguo clavado. La puerta de la acera de enfrente coronada por un escudo, sin figura alguna, ayuda a reconocer el lugar.

De 1940 a 1970

En la primera, una mujer con un cántaro en la cadera mira a la cámara en medio de un estrecho callejón. Es una escena “típica”, similar a las realizadas por Alguacil, a finales del XIX, para la clientela turística. El lugar es la calle Hospedería de San Bernardo en dirección a San Antonio y plaza de Santo Tomé. En 2023 persiste la distribución de varios huecos en la parte más cercana de ambas fachadas.

La segunda foto es tomada por Foto Flores el 20 de octubre de 1946. Cinco mujeres sentadas detrás de una mesa de peticiones para las Misiones en una esquina de la calle Arco de Palacio. Hoy se identifica el rincón de piedra de la izquierda, una ventana (ahora más grande) y la función postal con otro buzón de Correos.

De los años cincuenta hay dos escenas sugerentes, en color, en dos barrios populares. La primera es la explanada de Melojas, donde dos niños juegan en el suelo y otro atiende la fuente mientras la madre trabaja para llenar un cántaro. Al fondo, detrás de un edificio de tres plantas, destaca el ex convento de Gilitos, luego cuartel de la Guardia Civil. El mismo lugar, en 2023, muestra un aspecto completamente urbanizado, pero sin la antigua fuente que fue apodada con nombre escatológico. El segundo escenario se ubica en Las Covachuelas, en el cruce de las calles Carreteros y Honda, al lado de un taller de reparación de bicicletas. Al fondo hay una casa de una sola planta, con la puerta y dos ventanas abiertas. En 2023 ya no quedan acacias, pero permanece la misma casita de tres agujeros, pero hoy tapiada.

La última identificación nos lleva a la Calle del pozo amargo, en los sesenta. Un hombre agachado barre la acera mientras otro peatón camina entre las sombras. La esquina del fondo corresponde a la de la primera casa de bajada al Colegio Infantil. La fachada del número 17 de Pozo Amargo aún es reconocible, ya que las antiguas casas y patios se irían transformando a partir de los años setenta.

SOBRE EL AUTOR
RAFAEL DEL CERRO MALAGÓN

Profesor, profesor de secundaria e inspector de educación. Doctor en Historia del Arte. Investigadora especializada en la fotohistoria e imagen de la ciudad de Toledo

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