Sin retención, un nuevo estudio arroja un circunstancia amenazador: ese ayuno intermitente puede aumentar un 90% el peligro de homicidio por enfermedad cardiovascular. Es la conclusión de un mensaje presentado por la Asociación Estadounidense del Corazón en las Sesiones Científicas de Epidemiología y Prevención de 2024 en Chicago.
El nutricionista Álex Yáñez De La Cal explica los pros y contras de esta fórmula. Según él, “tiene beneficios” comprobados con “revisiones sistematizadas y metaanálisis“. Entre ellos están los género antioxidantes y antiinflamatorios, por lo que muchas veces se combina con otros tratamientos para el cáncer.
Asimismo se han evidenciado mejoras en el sistema inmunológico por el “reposo digestivo” que “estimula el sistema migratorio arduo”. Esto hace posible una “depuración” en el interior de nuestro sistema digestivo.
Pero hay más. Progreso patologías digestivas donde hay una degeneración. El nutricionista cree que el cuerpo está preparado para “grandes períodos de ayuno”. Pone como ejemplo que, tras un desayuno con un suspensión contenido de azúcares, es mejor esperarse a la hora de manducar incluso haciendo actividad física -siempre y cuando esta no sea intensa.
Ahora adecuadamente, no consumir ningún alimento durante 8 o 10 horas no es recomendable en casos de diabetes porque puede desregular la glucemia, o trastornos de la conducta alimentaria. Siquiera es aconsejable en personas con amenorrea hipotalámica, una afección provocada por el control físico excesivo. “Quitando estas patologías no veo problema”, valora el doctor Álex Yáñez De La Cal.
¿Qué dice el estudio de los investigadores norteamericanos?
El mensaje de la Asociación Estadounidense del Corazón de Chicago se ha hecho en almohadilla a 20.000 adultos con una existencia media de 49 primaveras. Los investigadores concluyeron que las personas que seguían unas comestibles restringida a un periodo de 8 horas al día tenían un 91% más peligro de fallecer por una enfermedad cardiovascular que aquellos que comen en un rango de 14 a 16 horas diarias.
“Es crucial que los pacientes, particularmente aquellos con enfermedades cardíacas o cáncer, sean conscientes de la asociación entre un período de comestibles de ocho horas y un longevo peligro de homicidio cardiovascular”, sentenció Victor Wenze Zhong, de la Destreza de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai (China) y autor del estudio.