Los Gallego, la pareja de sádicos en busca de esclavas sexuales: “Teníamos esta fantasía”


Parecía una tarde de compras más en el centro comercial cuando una jovencita Charlene se acercó a las adolescentes Rhonda y Kippi. Aquella chica parecía enrollada, sobre todo cuando les propuso fumarse un porro de hierba en el aparcamiento. Las menores no lo dudaron ni un solo segundo, ¿qué podría salir mal en esa nueva aventura? Sin requisa, Charlene era un señuelo y lo que pasó posteriormente, una trampa.

En el interior del transporte las esperaba un hombre, Gerald, con ademán amenazador y una pistola en las manos. Las niñas obedecieron, se sentaron y fueron atadas y amordazadas con cinta adhesiva. Horas posteriormente, sus cuerpos fueron enterrados posteriormente de sufrir las mayores aberraciones sexuales imaginables y expirar de un disparo. Habían sido utilizadas como esclavas sexuales.

La partida

Gerald Armond Gallego nació el 17 de julio de 1946 en la californiana Sacramento en una grupo desestructurada. Su padre, un peligroso convicto, murió en la cámara de gas tras matar a dos agentes de policía. En cuanto a la superiora, esta se dedicaba al mundo de la prostitución y, desde pibe, Gerald, se crio entre proxenetas. Esto le llevó a iniciar su propia carrera criminal.

Hasta el año 1977, Gerald ya había sido arrestado en, al menos, 23 ocasiones, y cumplido condena en varias cárceles del condado. Adicionalmente, igualmente tuvo tiempo de casarse y divorciarse cinco veces y ser padre de una pupila. Entonces, llegó el mes de septiembre, una partida de póquer en un bar de mala homicidio en Sacramento, y su vida cambió para siempre: Charlene Adelle Williams entró por la puerta.

Gerald Gallego

Gerald Gallego

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La californiana, oriunda de Stockton, nació el 10 de octubre de 1956, pero su infancia fue muy distinta a la de Gerald. Charlene procedía de una grupo de clase media-alta, dedicada al mundo de la viandas y con un importante poder adquisitivo. Desde pupila, nuestra protagonista tuvo una educación monopolio y un talento prodigioso para el contrabajo. Sin requisa, aquel coeficiente intelectual de 160 se echó a perder cuando comenzó el instituto y se rodeó de malas compañías.

La buena de Charlene pasó de ser una pupila mimada a convertirse en algún problemático: empezó a pimplar y a tomar drogas, adicionalmente de a proseguir relaciones sexuales con algunos de los chicos malos de la clase. No consiguió licenciarse, tuvo dos bodas y divorcios exprés… Y, entonces, llegó Gerald y el flechazo.

Charlene Williams, pareja de Gerald Gallego

Charlene Williams, pareja de Gerald Gallego

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“Pensé que era un tipo muy agradable y pulcro”, dijo Charlene primaveras posteriormente. Y es que, aquel verde atractivo y de pelambrera rubio logró conquistarla en pocos días: le envió una docena de rosas rosas con una polímero que decía “a una pupila muy dulce”. Al mango de pocas semanas, la pareja empezó a convivir y a compartir sus fantasías más perversas.

Gerald le habló de tener esclavas sexuales jóvenes y Charlene lo escuchaba absorta y hasta excitada. “Teníamos esta inventiva sexual, así que la llevamos a mango… Quiero aseverar, era casquivana y divertido y verdaderamente lo disfrutamos, así que ¿por qué no íbamos a hacerlo?”, aseguró la verde en una ocasión.

Perversiones sexuales

Su primera incursión sadomasoquista fue con una almea exótica, pero terminó mal. Gerald tiró a la chica por la ventana alegando que había perdido la desfigurado y a Charlene, tras darle una paliza, le pidió que le ayudara a encontrar de nuevo la excitación. Y para ello era necesario agenciárselas víctimas, esclavas sexuales, a las que utilizar y eliminar sin dejar huella. Charlene sucumbió y aceptó.


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El modus operandi de la pareja era siempre el mismo: merodeaban por centros comerciales del dominio de Sacramento o por las ferias del condado, ya que sabían que allí habría menores fáciles de engatusar y, mientras Charlene hacía de cebo, Gerald esperaba en la camioneta. 

Una vez internamente, las ataban y las llevaban a lugares apartados donde él las vejaba, violaba y asesinaba mientras ella miraba. La ola de crímenes que perpetraron se denominó Asesinatos de Esclavas Sexuales.

Las víctimas de Gerald y Charlene Gallego, los 'asesinos de esclavas sexuales'

Las víctimas de Gerald y Charlene Gallego, los ‘asesinos de esclavas sexuales’

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El 11 de septiembre de 1978, los Gallego secuestraron a dos adolescentes, Kippi y Rhonda, del centro comercial Country Club Plaza de Sacramento, las violaron y asesinaron a tiros. Luego abandonaron sus cuerpos enterrados en un descampado. En los dos primaveras siguientes, la pareja, que llegó a casarse en Reno tras este primer doble homicidio, continuó con la caza mientras hacían una vida aparentemente habitual.

Durante el día, Gerald trabajaba como distribuidor de carne y Charlene como secretaria en una oficina, pero por la tarde-noche la cosa cambiaba. Su único objetivo era agenciárselas nuevas esclavas sexuales. Sus cuatro siguientes víctimas fueron todas ellas menores de etapa.

Gerald y Charlene Gallego, los 'asesinos de esclavas sexuales'

Gerald y Charlene Gallego, los ‘asesinos de esclavas sexuales’

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Mientras los investigadores buscaban pistas para encontrar a los responsables de esta sucesión de crímenes, los Gallego pusieron tierra de por medio y se cambiaron el nombre para evitar ser localizados. Incluso contrajeron nupcias por segunda vez bajo el patronímico de Feil y, posteriormente, mataron a dos mujeres adultas, una de ellas estando en estado de buena esperanza.

Sin requisa, a la par que sumaban muertes a sus espaldas, la relación entre ellos se iba desmoronando. Por una parte, Gerald se comportaba cada vez más violento con Charlene y no dudaba en maltratarla casi por cualquier cosa, y por la otra, Charlene no podía sostener más las palizas y las amenazas. Por ese motivo, ella decidió dejarlo y mudarse con sus padres. Pero Gerald no podía permitirlo y volvió para conquistarla.

Gerald y Charlene Gallego, los 'asesinos de esclavas sexuales'

Gerald y Charlene Gallego, los ‘asesinos de esclavas sexuales’

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Así fue cómo Gerald convenció a Charlene para cometer sus dos últimos asesinatos juntos. Para ello cogieron el coche de los Williams y condujeron cerca de un centro comercial. Era la mañana del 2 de noviembre de 1980. Allí se toparon con una pareja, Craig y Mary Elizabeth, a quienes secuestraron a punta de pistola. A Craig lo dispararon y abandonaron su cuerpo en un dominio apartada, y a Mary Elizabethla violaron durante varias horas antiguamente de concluir con su vida con tres tiros bruscamente.

Con lo que no contaban los asesinos es que, mientras raptaban a la pareja, un compañero de la misma fraternidad de Craig vio la panorama, apuntó la matrícula del coche y avisó a las autoridades. En cuanto, Gerald y Charlene llegaron a casa de los Williams, su aventura criminal terminó y fueron detenidos. En aquel momento ya habían enfrentado los cuerpos de los jóvenes y el informante los había identificado por foto.

El final

A partir de este momento, los investigadores trataron de vincular las muertes de Craig y Mary Elizabeth con los otros ocho asesinatos más. La equidad logró demostrar la billete de Gerald y de Charlene en cuatro de los crímenes. Les esperaba la pena de homicidio. Sin requisa, ella decidió delatarlo y montar a un acuerdo con la fiscalía.

Charlene aseguró que “él hacía lo suyo con las chicas mientras yo esperaba y miraba hasta que él quedaba satisfecho. Luego las mataba”. Por consiguiente, ella no había cometido ningún de los crímenes y, adicionalmente, era otra víctima más de las fantasías sexuales de Gerald. El tribunal la condenó a 16 primaveras y 8 meses de prisión y quedó en autodeterminación en julio de 1997.

Charlene y Gerald Gallego, una vez detenidos

Charlene y Gerald Gallego, una vez detenidos

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En cuanto a Gerald Gallego, los tribunales de California y Cellisca lo condenaron a la pena de homicidio por cuatro asesinatos en primer calidad. Aunque la sentencia de Cellisca fue revocada en 1997. Aun así, el depredador fue enviado al corredor de la homicidio en la prisión estatal de Ely, allí permaneció hasta el 18 de julio de 2002. En esa época, Gerald fue trasladado a un centro médico a causa de un cáncer de justo con metástasis en hígado y pulmones. Falleció horas posteriormente sin acaecer recibido entrevista alguna. 

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