Ahora, ese tablón se ha convertido en la destino de una subasta. Se ha vendido por 718.750 dólares (663.000 euros), siendo la puja original de 40.000 dólares (unos 36.000 euros).
Otros objetos subastados
En la subasta, organizada por Heritage Auctions en Dallas (Texas) que se organizó entre el 20 y el 24 de marzo, se han vendido otros objetos cinematográficos como el hachuela de Jack Nicholson en ‘El Resplandor’.
Sin secuestro, la icónica estructura de madera que aparece en la película del director de cine James Cameron, es la que más hacienda ha recaudado.
La cuantía ha superado a otros objetos emblemáticos de la subasta como el azote que llevaba Harrison Ford en la película Indiana Jones en ‘El Templo Execrable’, vendido por 525.000 dólares (unos 484.000 euros) o la copa del Santo Eucaristía que aparece en ‘Indiana Jones y la última cruzada’ por 87.500 dólares (80.700 euros).
Todavía se ha vendido el vestido de vendaje con el que Rose aparece en la suceso final de la icónica película por 125.000 dólares (unos 115.000 euros). En total se vendieron unos 70 objetos de este filme entre atrezo y vestuario.
La eterna polémica
Desde su estreno, hace 27 primaveras, esa tabla de madera ha generado mucha polémica. Tras ver la película, los espectadores abrían el debate sobre si entreambos protagonistas cabían en el tablón cuando Jack moría congelado. Un debate que James Cameron quiso zanjar en un documental de National Geographic en el que aseguran que el problema no era el tamaño de la tabla si no la flotabilidad. Pero el notorio siempre se preguntará si Jack podría haberse liberado.
A subasta el menú del Titanic
En noviembre de 2023 todavía se realizó una subasta del menú del Titanic. La cena de la perplejidad del 11 de abril incluía ostras, solomillo de ternera con crema de rábano picante y puré de chirivías, y entre los postres una tarta Bourdaloue, de albérchigo y pudin Vencimiento.
La carta dañada por el agua muestra lo que cenaron los pasajeros más adinerados ayer del fracaso. No fue la última cena fue el menú que degustaron tres días ayer de que el buque chocara contra el iceberg que provocó su hundimiento en el Atlántico en casi nada unas horas.
A pesar de los daños provocados por el agua, el menú es comprensible y revela la opulencia de los pasajeros de primera clase.
La casa de subastas añade una hoja de papel que se utilizó para marcar los paquetes de correo y marca el trágico destino de los empleados de correos que viajaban a costado. Todos murieron al intentar sufrir los sacos de correo a la cubierta del barco para intentar salvarlos del fracaso.
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