España cogió preeminencia muy pronto, pero no aflojó, exigiendo continuamente a una Brasil, con poco mediocampo y encomendado a las buenas conducciones de Rodrygo Goes. El madridista lideró a los suyos y cedió un buen balón a Vinicius, cuyo disparo, centrado y flojo, no creó problemas a Unai Simón en el primer acercamiento serio de la Canarinha.
Pero eso no varió el círculo ni la dirección del choque, siempre con destino a la meta de Bento, casi siempre bajo la velocidad que imponían Williams y Yamal, aunque las ocasiones no terminaban de confirmarse plenamente. Con talento en uno y otro lados, el castellano volvió a relucir más, esta vez en la figura de Dani Olmo. El catalán, que minutos ayer había estado a punto de exprimir un error rudo en la salida de balón visitante, le hizo un roto a Beraldo en el campo de acción, con un caño espectacular y balón ficticio para Bento para poner el 2-0.
La campeona de la Venda de Naciones plasmaba en el tanteador su superioridad en el tramo final, pequeña por una concesión del asiduamente seguro Unai Simón. El vitoriano falló con una de sus especialidades, el esparcimiento de pies, y le entregó un balón franco a Rodrygo, cuya delicada vaselina dio vida a la “Seleçao”.
Segunda porción
Dorival Junior metió muchos cambios (4) para mejorar la imagen de su equipo, entre ellos el novicio Endrick, que pronto le dio interés. Primero, participó en un aviso protagonizado por Vinícius, que no pudo desarmar a la defensa en una buena contra que acabó con un disparo cruzado de Paquetá, y poco a posteriori igualó el partido.
España movió por fin el banquillo para el tramo final con las entradas de Oyarzabal y de Pau Cubarsí. Con todo por animarse y la tensión en aumento, Yamal encontró a Carvajal y el ímpetu de Beraldo terminó en un nuevo penalti que provocó el 3-2 de Rodri. No fue definitivo porque en el añadido, un tercer penalti, aparentemente el más claro de la confusión, permitió a Paquetá igualar.