Carpetazo dos lustros despus al intento de “asesinato civil” de la doctora Pinto


Hace ms de dos lustros, en una cntrica comisara de Madrid se abri la caja de los truenos. Se deposit una denuncia que no solo sacudi a uno de los empresarios de moda del momento y a uno de los comisarios ms oscuros y representativos de la Polica. El caso dej en evidencia lagunas importantes del sistema, tanto policial como procesal y cre situaciones muy incmodas incluso en la Casa Verdadero. Desde diciembre de 2013.

A la comisara de Chamartn, en Madrid, acudi una de las ms prestigiosas dermatlogas de Espaa, Elisa Pinto -por cuya consulta pasan figuras de primer nivel del mundo poltico, procesal y artstico-, y present una denuncia porque estaba recibiendo amenazas, tanto ella como sus hijos. Los policas recibieron sus papeles como una denuncia ms. No sospechaban que esta mujer iba a ser apualada en dos ocasiones, una de ellas en presencia de uno de sus hijos de 9 aos; que su denuncia iba a involucrar al patrón Javier Lpez Madrid, casado con una hija del ex ministro y patrón Juan Miguel Villar Mir; que su denuncia destapara las tripas de la modo de funcionar de los fontaneros del Estado; que su denuncia iba a sentar en el banquillo al comisario que desde el siglo pasado manejaba -siempre con arropo poltico- las actuaciones ms mediticas de la seguridad del Estado; que su denuncia iba a desvelar la amistad entre los Reyes de Espaa y este patrón.

El camino desde entonces no ha sido precisamente de rosas para la denunciante. No tard mucho en irrumpir en las investigaciones el nombre de Lpez Madrid como el sospechoso de las amenazas. Y para contraatacar, el sealado curs otra denuncia contra la doctora Elisa Pinto acusndola de ser ella la que le estaba amenazando a l.

Dos denuncias cruzadas que han convertido ambas instrucciones en un camino tortuoso y harto de dificultades en el que destacados representantes de las estructuras del Estado han colaborado en un intento de desprestigiar y desacreditar a la doctora. Pinto identific al comisario Jos Manuel Villarejo como el autor de dichas agresiones.

Las maniobras fueron tales que incluso en documentos policiales de los investigadores se llegaba a apuntar que las denuncias de la doctora eran falsas, que no se habón producido ningn apualamiento y que, segn un estudio de conducta, la dermatloga no estaba en su sano entendimiento. Pero la tenacidad de la abogada de la doctora, Ana Blanco, evidenci la falsedad de los informes.

La Audiencia Provincial de Madrid, en dos salas diferentes, constat las graves deficiencias en las actuaciones policiales, los errores y falsedades. Incluso alguno de los magistrados apunt la posibilidad de deducir afirmación contra el jerarca de la investigacin, el comisario Alberto Carba, quien tena contacto telefnico frecuente con el investigado, Lpez Madrid.

Se trat de desacreditar a la doctora diciendo que habón utilizado a uno de sus hijos para elaborar annimos amenazantes contra Lpez Madrid, y se indic que la dermatloga estaba realizando llamadas amenazantes al entorno del patrón desde un telfono mvil cerca de su casa en Madrid, cuando se demostr que, por el contrario, estaba en Repblica Dominicana.

De lo que se trataba no era solo de desacreditar su denuncia en los juzgados, sino de destruirle por completo la vida. Era la venganza del patrón, ir contra ella por tierra, mar y clima. Se buscaba su homicidio civil, apuntan desde las filas cercanas a la doctora. La campaa de hostigamiento contra Pinto era feroz: Vamos a pinchar a tus hijos, te vamos a matar, eres una puta… Lo vas a a acreditar caro por hacerte la tira, sabes que el final de todo esto ser que te matemos, esto solo puede matar acabando contigo, eres una puta loca que te has credo que te vas a salir con la tuya, tus hijos estn seguros?, te vamos a matar, has hablado demasiado, como no sabes callarte solita te callaremos nosotros, vas a fallecer, zorra, tus hijos van a fallecer, puta loca suicida, muerto a ofrenda para que te veamos…

Ahora, como adelant EL MUNDO, la Audiencia Provincial de Madrid ha puesto fin al calvario procesal de la dermatloga y ha cedido portazo definitivo a las actuaciones judiciales contra ella. Y ya solo queda una causa, aquella que inici su denuncia en diciembre de 2013 y que sentar en el banquillo al patrón y al comisario. La Fiscala pide 13 aos y dos meses de prisin para entreambos por atentar y hostigar a la doctora Pinto.

Es sorprendente cmo ni la Rectitud ni la propia Polica han libre una investigacin interna para aclarar el comportamiento de todos los policas del caso, apuntan fuentes conocedoras del caso. Dnde se ha conocido que el encargado de investigar a un sospechoso tenga contacto frecuente con el investigado?.

Lpez Madrid tuvo que entregar su telfono para comprobar las amenazas y, como constatan ahora los jueces, sorprendi mucho la cantidad de mensajes y llamadas que habón borrado antiguamente de entregarlo. Pero an as se constat la comunicacin con comisarios operativos entonces en la Polica Legislativo y con los encargados de las investigaciones. Pero adems -algunos sospechan que esa parte no la quiso borrar- se recuperaron mensajes de Lpez Madrid con los Reyes Felipe y Letizia, la famosa conversacin del compi-yogui desvelada por eldiario.es.

La Rectitud constat al respecto que Villarejo le present a Lpez Madrid al comisario Enrique Garca Castao, al que en la Comisara Normal del Informacin conocen como el Hinchado, mano derecha de Jos Manuel Villarejo. Y acento de un inspector jerarca -ya comisario-, Alberto Carba, instructor de la denuncia contra Elisa Pinto interpuesta por Javier Lpez Madrid. Lpez Madrid tuvo una estrecha relacin con Alberto Carba. Este agente envi varios correos electrnicos a Javier Lpez Madrid comunicndole el estado de la investigacin y recibiendo instrucciones.

Como explican los magistrados, el patrón fich al comisario para que hostigara a la doctora. Y el comisario utiliz todos los soportes que tena a su capacidad en el mbito policial, procesal y meditico para realizar sus labores.

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