Elecciones vascas 2024: En los pueblos donde el 90% de los vecinos habla en euskera y los nios no saben castellano


Las alarmas despertador deben de estar sonando prcticamente al unsono en las viviendas de Azpeitia (Guipzcoa). Son las 04.30 horas y los primeros vecinos -todos con zapatillas y ropa de deporte- comienzan a salir a la calle. En unos minutos sern cientos, quizs varios miles. En una cúspide de la calle Bustinzuriko Errebala un corro de chavalas bostezan mientras esperan a otra que se ya se divisa a lo allí. Pese a la hora, se ve a muchos nios de la mano de sus padres. Seoras mayores incluso, que se han alzado para valer unos metros o simplemente aplaudir el paso de la Korrika.

Tras revistar los dos pequeos pueblos del Pas Vasco donde ms personas hablan vasco segn el Eustat (Instituto Vasco de Estadstica) –Orexa, 117 habitantes, el 93,7% vasco parlantes; y Errezil, 563 y un 93% de euskaldunes-, hacemos parada en Azpeitia buscando una billete de anciano tamao -15.320 vecinos- donde el uso del vasco tambin predomine significativamente. Es la primera dialecto del 71% de sus habitantes, a asegurar del Eustat; del 86,6%, segn el Junta de la billete. Estamos, luego, en un arnasgune, como denominan a aquellos lugares donde el vasco ms oxgeno tiene, donde respira mejor.

La casualidad ha querido que durante nuestra estancia, de alba, pase por aqu uno de los eventos ms importantes que se celebran a honra del vasco: la Korrika. Se presenta como una carrera para promocionar el uso de esta dialecto, recorre el Pas Vasco y Navarra y la organiza desde 1980 la AEK (Coordinadora de Euskaldunizacin y Alfabetizacin), el organismo ms relevante en la enseanza del vasco a adultos. Es una entidad privada, pero respaldada econmicamente, a travs de subvenciones, por el Gobierno vasco y dispone de un centenar de centros en la regin.

La marcha ha arrancado hace seis das de Irn -el municipio interiormente de Guipzcoa donde hay menos euskaldunes, es asegurar vascoparlantes: el 41%-, ha itinerario ya ms de la porción del Pas Vasco y continuar sin alivio hasta su finalizacin interiormente de cuatro das, el 24 de marzo, en Baiona. Diez das y merienda noches en total en los que se completarn 2.700 kilmetros. Se organiza cada dos aos y en esta edicin, la nmero 23, se homenajea al colectivo Azterketak Euskaraz, que reclama al sistema educativo francs que puedan realizarse en vasco determinados exmenes de cambio de ciclo.

Nos ubicamos en la plaza Txikia, muy cerca del Junta, donde est escrito en naranja en el suelo el kilmetro por el que transcurrir la Korrika cuando pase por aqu: 1.451. A las 5:16, casi media hora despus de lo previsto, se divisa la comitiva llegando por Erdi Kalea. Viene primero la furgoneta de AEK -“Harro Herri”, “orgullo de pas”, lleva escrito en literatura grandes en el lateral-, que anima por megafona el trote de los participantes, y tras ella la inicio con dos personas portando el declarante. Lo traen representantes del Elkar-EKIN, un plan de Inclusin Social de la Diputacin Foral de Guipzcoa, y estn esperando para recogerlo los chicos de un corro de bertsolaris [improvisadores de versos en vasco]. Tras ellos tomar el licenciatura la asociacin de jubilados Baigera y antiguamente lo han llevado representantes de EH Bildu y de una ikastola. Unos entran y otros salen. As se consigue que nunca falte clan en la carrera.

La Korrika es un modo de promocionar el vasco y tambin una rentable fuente de ingresos para AEK. Tolerar el declarante durante un kilmetro tiene un precio oficial de 425 euros aunque hay quien paga mucho ms. El Parlamento de Navarra, por ejemplo, comunidad que preside la socialista Mara Chivite con el apoyo de EH Bildu entre otros, ha transmitido 3.267 euros por su kilmetro y el Junta de Pamplona, en manos de Bildu, 6.000 por el suyo. Las generosas aportaciones no han estado exentas de polmica oportuno a que durante la Korrika, como ya sucediera en ediciones anteriores, se han exhibido fotografas de presos de ETA. El Colectivo de Vctimas del Terrorismo (Covite) ha documentado la presencia de 60 imgenes de etarras y considera que la carrera se ha convertido en “un culto al terrorismo de ETA”.

UPN y el PP condenaron los hechos y pidieron al Parlamento de Navarra que reclamara la devolucin del caudal donado, iniciativa que no sali delante por la abstencin de los socialistas y de sus socios. No ha trascendido cunto ha recaudado AEK con el kilometraje de la Korrika y el merchandising que la acompaa. En el tramo que nosotros presenciamos no hay rostros de terroristas; s el clsico cartel reclamando la envés “a casa” de los presos.

A medioda del da previo, la carera pasaba por Lekunberri, el punto ms cercano para los vecinos de Orexa que quisieran correrla o verla. Emplazado a 420 metros de altura, en la ribazo del monte Uli, Orexa es el municipio ms pequeo de Guipzoa: 107 habitantes. En las municipales de 2023 slo se present EH Bildu, que cosech 72 votos por 14 abstenciones, tres en blanco y tres nulos. Se accede al pueblo a travs de un camino municipal que acaba all, es asegurar, que hay que ir expresamente a visitarlo, no es superficie de paso a ningn sitio. Tiene por ello mrito el xito del restaurante Orexako Ostatua, que Pello Garmendia regenta desde hace un quinquenio, y que es el corazn de la billete.

A la hora a la que llegamos, sobre la una de la tarde, el dueo departe en vasco con dos paisanos en una mesa de la terraza. Cambian al castellano cuando nos dirigimos a ellos as. No estaban al tanto del rcord de euskaldunidad que ostentan y recelan del antecedente de Eustat que dice que son 93 vasco parlantes por 14 del castellano. “No hay tanta clan que hable castellano”, dicen.

Echan cuentas y le salen slo dos grupos, vascos pero no oriundos de Orexa, cinco personas en total. La zona es el epicentro lingstico del vasco, y la provincia, la que ms lo deje de las tres vascas: Guipzcoa, 51,8%; Vizcaya, 30,6%, deshecho, 22,4%. As lo recoge la ltima Pesquisa Sociolingstica del Gobierno Vasco, elaborada con datos de 2021. Segn este mensaje, un 36,2% de los habitantes de la comunidad autnoma mayores de 16 aos son vascoparlantes -en 1991 eran el 24,1%- frente al 45,3% de los que hablan en castellano. En medio est el 18,6% denominado “vasco hablante pasivo”, es asegurar, que entiende el idioma pero no lo deje. Las cifras que da la indagación se reducen si se cuenta a quienes efectivamente usan el vasco: el 22% de los mayores de 16 aos lo utiliza tanto o ms que el castellano frente al 60,9% que se expresa mayoritariamente en castellano.

Al catedrtico de Derecho Constitucional de la Universidad del Pas Vasco Alberto Lpez Basaguren, autor, entre otros ttulos de El superficie del Vascuence, La poltica lingstica vasca a debate, los resultados de la indagación no le cuadran con lo que palpa en la calle. “Creo que esa estadstica da unos datos falseados que no se corresponden con la efectividad. Se identifica como hablante de vasco a toda persona que dice conocer el vasco. La generalizacin del maniquí D [ntegramente en euskera] en la enseanza obligatoria significa que hay un montn de personas que ha aprendido la dialecto en la escuela pero viven en un entorno social castellano hablante y no pueden ser calificados como euskadunes. No usan la dialecto prcticamente nunca ileso en el mbito escolar y desde luego no es una dialecto que hablen con fluidez y a la que recurran para expresarse”, dice.

Las impresiones del perito estn ms en sintona con el estudio del Clster de Sociolingstica (2021), que, patrocinado por el Gobierno vasco y el Gobierno foral navarro entre otros, midi el uso del vasco en la calle en todo el demarcación en el que se deje. Analizaron 215.396 conversaciones en la que participaron 603.497 interlocutores de 145 municipios. Slo 12,6% de estas charlas se desarrollaron en vasco. En 1989 eran el 10,8%. En la provincia en la que estamos, Guipzcoa, el porcentaje suba al 30,6%.

El restaurante de Orexa que visitamos tiene seis empleados, dos euskadunes y cuatro castellano parlantes, todos nicaragenses. Entre los ltimos est el cocinero Luis David, de 28 aos, casado, padre de un nio de 8, quien vive en la vecina Itsasondo y vio la cocaína por primera vez el invierno pasado. “Pint mi nombre ah”, dice sealando la entrada del restaurante, y “me mont en una cajilla y me resbal por all”, apunta ahora a la calle en irresoluto.

Lleg hace tres aos al Pas Vasco y, por sugerencia de unos conocidos, se apunt durante dos meses a un curso de vasco que ofreca el Junta. El alumnado, entre el que estaban sus compaeros de trabajo, era todo inmigrante. No tuvo que pagarlo puesto que los cursos para adultos se ofrecen injusto a cambio de un nmero de asistencias. “Aprend lo bsico, saludar, despedirme. Aqu, la clan retraso que hable en vasco as que lo primero que digo es kaixo [hola] y como me responden en vasco les digo ‘barkatu ni vasco ikasten arenai‘”, dice.

Nos ha escrito en el cuaderno la expresin que supuestamente significaba “lo siento, estoy aprendiendo vasco”, pero al ponerla en el traductor resulta incomprensible. “Barkatu, euskara ikasten ari naiz“, sera lo correcto. No le han presionado en el locorregional, asegura, para que aprenda vasco, dialecto que s domina su hijo de 8 aos, escolarizado en el maniquí D. “Imponer no se les puede forzar, s motivarles. Yo les dejo y si van aprendiendo, proporcionadamente”, dice el dueo.

En una de las mesas del restaurante se sientan Jos Ignacio, 72 aos, euskaldn, con su esposa Daineri, cubana de 40 aos, y sus dos hijas Karla (22) y Keila (14). Residen en Elduain -240 habitantes, el 77% vascoparlantes- y ellas llevan unos cuatro aos en el Pas Vasco. La hija pequea ha aprendido vasco en la escuela. La anciano deje “lo fundamental” para defenderse como camarera. La causa ha hecho varios cursos pero no le da para expresarse en vasco.

-Y qu hablan en casa, castellano? -preguntamos.

-No, no, vasco. Mi esposa no deje pero entiende. Yo nac hablando vasco -responde Jos Ignacio.

Sobre las 14.45 horas llegan al restaurante la hija de Pello, Oihane, de 15 aos y June, de 12. Estudian 1 y 3 de “DBH”, como denominan a la ESO, y acaban de descender del autobs que las trae y lleva al instituto en Lizartza. Son 14 menores en Orexa: siete an van al colegio y los otros siete cursan DBH, todos matriculados en el maniquí D, que slo incluye tres horas de castellano a la semana. Puesto que en el centro escolar hablan solo en vasco y en casa tambin, no estn sueltas con el castellano. Oihane, por ejemplo, tiene que consultar cmo asegurar cuntos aos tiene o “subir”.

-No hablas castellano?

-S, pero muy poco.

-Cundo lo usaste por ltima vez?

-Uf, hace mucho, no s.

No encontramos adultos que no sepan castellano, pero s muchos nios. Las dificultades que las dos menores de Orexa tienen para hablarlo se acrecientan si bajamos un poco la años. Lo comprobamos en Errezil, nmero dos en el podium de vasco parlantes -lo hablan el 93% de sus 536 habitantes-, donde los nios de 8 y 10 aos no nos entienden. “Azterketak euskaraz!” (“exmenes en vasco”), dice la pancarta que los escolares del pueblo sujetan mientras realizan una mini korrika horas antiguamente de que la oficial pase por Azpeitia. “Estamos aqu a honra del vasco!”, cantan, segn nos traducen, mientras dan vueltas aproximadamente de la iglesia.

Un corro de madres se arremolinan a la puerta del colegio al arruinar la carrera. Entre ellas est Josefine, alemana, de 42 aos, quien lleva 12 en el Pas Vasco, tres en Errezil. Tiene tres hijos de entre dos y ocho aos que hablan alemn y vasco pero no castellano. En un parque cercano, otra causa, de 32 aos, juega con sus hijas de dos y cuatro aos. La anciano, de seis, est jugando a la pelota vasca en Azpeitia. Ninguna de las tres sabe castellano. “Ya aprendern”, dice despreocupada. Igual respuesta nos da en Azpeitia, Maite, profesora de 32 aos, y con tres hijos, el anciano de seis aos. “Ya aprendern de mayores. Yo con 12 aos slo hablaba vasco”. “Mis hijos aprendieron con 20”, aade su suegra, que la acompaa.

La principal útil del Gobierno vasco para extender el uso del vasco, nos dice el Lpez Basaguren, es precisamente el sistema educativo, lo que explica que los nios de esta zona no sepan castellano. “Casi el 90% de la enseanza es en vasco”, dice el catedrtico. Esta extensin del maniquí D en la educacin tiene reflexiva en las estadsticas. Si decamos que un 36,3% de los vascos son considerados vasco parlantes, la emblema se eleva al 74,5% en la franja de 16 a 24 aos. El 49,2% de ellos son nuevos vasco hablantes, es asegurar lo han aprendido en la escuela.

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