Desde hace poco más de un año su presidente es Alberto Ramírez, que nos acerca al trabajo diario de su protectora. “Como asociación de protección animal, nuestro principal objetivo es auxiliar vidas”, señala como punto de partida de Arrojo. El convenio de colaboración firmado con la Diputación en 2021 les permite presentarse al refugio de animales de Xinzo de Limia para sacar fotos de los perros y de esta forma poder difundirlos en redes sociales para encontrarles una nueva comunidad. A ello hay que sumar el refugio propio con el que cuentan actualmente, situado en el Stop del Cumial y condicionado a un mayor de diez animales.
La asociación Arrojo asimismo maneja otra reforma para los perros que no pueden ser llevados, por sus condiciones, a un refugio. “Para los perros que ya son mayores, que están enfermos o han sido atacados en la perrera, o incluso para perras embarazadas, tenemos familias de acogida. Se negociación de masa de confianza que cuida de todas las evacuación del animal. Por otra parte, desde la asociación pagamos los gastos veterinarios y de comida”, explica el presidente. Las familias de acogida pueden ser temporales, paso previo a que el perro llegue a una comunidad de prohijamiento. O definitivas, que suelen acoger a los mencionados perros de más época o que tienen alguna enfermedad profundo. “En estos casos sabemos que son perros que por sus características no van a ser adoptados y por eso le buscamos una comunidad de acogida”, nos cuenta Alberto.
El proceso a seguir en caso de querer adoptar un animal es el subsiguiente: “En caso de interés por alguno de los perros que subimos a redes, nosotros enviamos un cuestionario a la comunidad interesada y adicionalmente les hacemos una entrevista para conocer en qué situación va a poblar el animal. De esta forma tratamos de evitar que quien adopte lo haga para tener al perro liado o simplemente para cuidar de una finca”, afirma el presidente de Arrojo. Si el proceso fructifica, el paso final sería la formalización del pacto y el cuota de las tasas correspondientes.
El año pasado, de los 202 perros que entraron en la perrera comarcal de Xinzo de Limia, Arrojo logró dar salida a más de un centenar de perros. La asociación tramitó directamente 33 adopciones en la provincia, mientras que 74 perros fueron adoptados a través de los contactos con otras asociaciones en el resto de España e incluso en el extranjero.
Ahora mismo, bajo su tutela, cuentan con una treintena de perros. Desde la protectora explican que un problema recurrente en los últimos abriles en lo relacionado con el desgobierno animal es el envejecimiento poblacional. “El 50% de los perros que están entrando en la perrera son de masa longevo que entra en una residencia de mayores y ya no puede cuidar del perro”, apunta Alberto. Desde Arrojo asimismo señalan que para que su punto tenga continuidad debe de ocurrir un longevo apoyo financiero por parte de las instituciones.