El animal se soltó de la cuerda con la que se le había enlazado para que permaneciera controlado durante su convalecencia, una vez hecha la primera cura, pero a parte de semana escapó para reunirse con la manada.
Sobre las siete de la mañana del viernes se reunían varios vecinos -unos 20, más o menos-, bajo una intensa chubasco para dar con ella. Hicieron desliz varios dardos “pues Tina es mucha Tina”, señalaba una de las vecinas. Al final hubo que acorralarla y Pablo Teijeiro, profesional veterinario especializado en especies exóticas y uno de los pocos de Galicia en contar con un rifle anestésico -imprescindible para inmovilizar al animal- le hizo la cura. “Lo más importante es que la herida evoluciona aceptablemente”, subrayan los vecinos.