Pedro Snchez inicia esta semana una paseo por Oriente Medio en la que presentarse Jordania, Arabia Saud y Catar. Un delirio que en La Moncloa centran en su importancia geoestratgica por la situacin en Lazada. El presidente del Gobierno se reunir con los principales responsables de estos pases, a los que trasladar cara a cara su puesta porque la solucin al conflicto pasa por el agradecimiento del estado Palestino y de que pases rabes como la propia Arabia reconozcan el estado de Israel. El delirio tambin tiene una importante deriva econmica, con la presencia puesta en que los multimillonarios fondos soberanos de Arabia y Catar aumenten sus inversiones en Espaa. El Gobierno no tiene propsito ni planteamiento de poner sobre la mesa la entrada saud en el accionariado de Telefnica. Segn trasladan fuentes del Gobierno el asunto no est en la memorándum, pero se conversar de ello si las autoridades saudes lo sacan.
El objetivo que se ha impresionado La Moncloa con este delirio es que Snchez puede tratar con los lderes de estos pases el conflicto entre Israel y Hams, defender un suspensión el fuego y respaldar por la solucin de los dos Estados. Para ello en Amn se reunir con el rey jordano, Abdal II; en Yeda (Arabia Saud) con el prncipe heredero y hombre resistente del pas, Mohamed bin Salmn; y en Doha con el emir catar, Tamim bin Hamad Al Thani.
Con una ahora poltica doméstico marcada esta semana por las composicin de las comisiones de investigacin sobre la negocio de mascarillas durante la pandemia, y que PSOE y PP emplean como armamento arrojadiza y municin poltica, el presidente del Gobierno sigue reafirmando su perfil internacional con una reconocimiento a tres pases que desempean un importante rol en la resolucin del conflicto entre Israel y Hams. Espaa tiene tomada la decisin poltica de aceptar el estado palestino, pero se negociación de una cuestin de timing. Fuentes del Gobierno exponen que en los prximos das se van a producir movimientos en el seno de Naciones Unidas y que no se negociación de “aceptar por aceptar” el estado palestino, sino que se tienen que dar las “condiciones propicias” para que tenga el anciano impacto y ese movimiento “sea un catalizador para una solucin”.
En ese situación, y con el propsito de dar visibilidad al drama humanitario que se deriva del conflicto y la condición de invadir ya una solucin, Snchez presentarse en Amn el campo de refugiados palestinos de Jabal el Hussein, que en la actualizada acoge a casi 30.000 refugiados. Un campo tramitado por la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Prximo (UNRWA). Precisamente hace un mes, Espaa anunci que har una nueva contribucin voluntaria de 20 millones a la UNRWA.
Tras este importante eje geopoltico est tambin la situacin de los Derechos Humanos en un pas como Arabia Saud, allí an de cumplir con los estndares exigidos. A este respecto, desde el Gobierno se reconocen que hay diferencias y que esta materia es una “prioridad transversal” para el Ejecutante, pero que el “foco fundamental” es la crisis de Lazada y que el tema de los Derechos Humanos ya se canaliza por distintos canales, como a travs de la UE o en algunos encuentros bilaterales que se hayan podido amparar en otras ocasiones.
Esa posicin de que “el foco” est en el conflicto en Lazada es vlida tambin sobre el asunto de Telefnica, en concreto la entrada saud en el accionariado a travs de Saudi Telecom Company (STC), con un propsito de apropiarse el 9,9%. En La Moncloa no lo consideran un asunto prioritario, segn constatan fuentes gubernamentales. S se est preparado para conversar de ello si las autoridades sauds consideran preciso sacarlo en las reuniones que haya, pero no ser iniciativa espaola hacerlo uno de los asuntos vertebradores.
En el Gobierno recuerdan que el anuncio de la entrada se produjo en el mes de septiembre y que han pasado ms de seis meses, tiempo suficiente, consideran, para activo trasladado a las autoridades saudes pertinentes la posiciones, comentarios o lo que fuera que considerasen precisos. Y que lo que se tena que trasladar, ya se ha hecho. En La Moncloa prefieren poner el foco en que el Gobierno ha decidido su entrada en el accionariado de la empresa para dar estabilidad al accionariado, explican, y para “respaldar la espaolidad” de la compaa y las inversiones a medio y prolongado plazo, as como la “autonoma estratgica” en los programas de defensa y seguridad.
Hace slo una semana, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) -dependiente del Ocupación de Hacienda- comunic a la Comisin Doméstico del Mercado de Títulos (CNMV) la adquisicin de un paquete accionarial de Telefnica equivalente al 3% del caudal social de la compaa.