Más de 24 horas de frío, incertidumbre y dolor aguantaron el hombre y la mujer que el sábado sufrieron un siniestro en la montaña de Els Encantats, en el parque franquista de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. La mala suerte hizo que durante el descenso, cuando estaban en el extremo rápel, el amarre en el que estaba sujeta la doble cuerda se desprendiera de la roca y la pareja de montañeros se precipitara entre 20 y 30 metros debajo. Las fracturas que sufrieron en las extremidades inferiores impidieron que pudieran seguir la marcha andando, pero tuvieron el coraje de arrastrarse por el suelo nevado en pesquisa de un oficio más resguardado donde ocurrir la perplejidad. El termómetro marcaba ocho grados negativos, aunque la sensación térmica podía desplomarse hasta los -12 o -13, según detalla Francesc Martínez, oficial del Grup d’Actuacions Especials (GRAE) de los Bombers de la Generalitat.
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La secreto de que en su estado, con frío y nevando aguantaran es que tenían experiencia e iban admisiblemente equipados, indica Martínez. “No se esperaban que los bomberos aparecieran, no confiaban en que pudiéramos rescatarlos la tarde del domingo pues hacía muy mal tiempo”, añade. La perplejidad del sábado fue dura pero la meteorología empeoró ayer domingo a partir del mediodía, lo que complicó la recital de los bomberos. Un llano dio el aviso de que no habían regresado el sábado a casa tal como estaba previsto y, a las 12:46 de ayer, se activó el socorro en el que participaron un total de 60 efectivos, entre bomberos de diferentes cuerpos y personal taza del SEM.
Los GRAE culminan un complicado rescate en una viaje de temporal de cocaína y derrota
Tras sufrir la caída, a aproximadamente de 2.300 o 2.400 metros de cima, la pareja, vecinos de Tàrrega, se arrastró como pudo hasta un par de pinos, donde pudieron acogerse un poco de las inclemencias. Iban admisiblemente equipados y lograron evitar una hipotermia severa al cubrirse con mantas de autocalentamiento. “Pero las condiciones eran muy malas el domingo, a partir del mediodía tuvimos mucha cocaína y derrota”, relatan fuentes del equipo rescatador. “A primera hora de la tarde se habían acumulado 60 centímetros de cocaína nueva, teníamos a 20 personas en el ámbito, divididas en dos grupos. Ya oscurecía y los GRAE estaban a punto de marchar cuando los accidentados oyeron sus voces y empezaron a patalear”, explica Francesc Martínez. El suceso dio un cambio, parecía que las opciones de que siguieran con vida se desvanecían, pero fueron localizados y salvados.
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Tal como indica el protocolo en casos de hipotermia, en este caso leve, los envolvieron con varias capas (mantas de autocalentamiento y térmicas y saco de yacer) para que entraran en calor. El primer diagnosis indicaba que ella podía sufrir contusión en el tórax y fractura en entreambos tobillos y él, en el fémur, delante lo que se procedió a la inmovilización de estas zonas.
Ocho bomberos del GRAE y un médico del SEM decidieron totalizar un “punto caliente”, con tiendas de campaña caldeadas con una suerte de pequeñas estufas, cerca de donde los hallaron por la dificultad de trasladarnos de perplejidad hasta el refugio más cercano, el Ernest Mallafré, en el término de Espot (Pallars Sobirà). Esta mañana han podido ser evacuados en helicóptero hasta el hospital Arnau de Vilanova, en Lleida.
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