Feijóo advierte que la «UE no puede quedarse quieta ante un ataque masivo al Estado de Derecho»


Coincidiendo con sus dos primaveras al frente del PP, Alberto Núñez Feijóo presidía este martes la Asamblea Directiva Franquista, en la que presumía de tener recuperado poder territorial para el partido, pero con la chasco de no tener atrapado La Moncloa. Una reunión en la que hizo un cálculo amable de estos 24 meses y en la que miró al futuro más cercano, por el que asoman ya las elecciones vascas, catalanas y europeas.

Rodeado por un puñado de esos barones territoriales que le han donado más músculo al partido -solo Ayuso (Madrid), Mañueco (Castilla y Arrojado) y Rueda (Galicia) estuvieron presentes entre los presidentes autonómicos-, el gallego enarboló un discurso positivo y crítico al mismo tiempo. Eficaz porque el PP gobierne ahora en 14 comunidades autonomas (en Canarias comparte el Ejecutante con Coalición Canaria) y 30 capitales de provincia, pero frustrado por no tener atrapado La Moncloa. «Cuando llegué hace dos primaveras, en el PP solo gobernaban Feijóo y cuatro más y ahora gobernáis casi todos, pero no gobierna Feijóo, así que hay tarea por delante», señaló.

Una autocrítica que no empaña el cálculo hecho por él mismo. «Hace 24 meses nos encontrábamos en Sevilla, en un Congreso en el que todos asumíamos una gran responsabilidad. Aunque estos dos primaveras los empezamos con una mayoría absoluta en Andalucía y los hemos cerrado con otra en Galicia, no me voy a autofelicitar. No soy Bolaños. No es mi estilo ni el de mi partido. Hace dos primaveras teníamos 22 escaños menos que el PSOE y ahora tenemos 16 más; hace dos primaveras teníamos solo 27 escaños más que Vox y hoy tenemos 104 más; gobernábamos en cinco comunidades autónomas y en 10 capitales de provincias y hoy lo hacemos en 14 comunidades y 30 capitales de provincia; las encuestas nos situaban cerca de la tercera fuerza y hoy estamos cerca de la mayoría absoluta; Hemos pasado de un PP en causa de disolución a ser el primer partido de España», apuntó el popular antaño de mirar en torno a el futuro.

Cerca de esos comicios vascos y catalanes en los que el PP no va a obtener otra mayoría absoluta, pero donde Feijóo quiere que su partido sea alternativa al independentismo y el nacionalismo radical. «No pido la mayoría absoluta en Euskadi y Cataluña, pero sí que no nos pongamos techo electoral. Que los vascos y catalanes que quieran una alternativa al independentismo, sepan que la tienen en el PP». Aprovechó Feijóo para cuidar a Javier de Andrés y Alejandro Fernández, sus dos candidatos para estas elecciones. El catalán, presente, recibió una buena dosis de cariño tras su atribulada referéndum. «Si los catalanes quieren independentismo no somos su alternativa, pero si no lo quieren somos su única alternativa y Alejandro Fernández se enfrenta a ese liza y tiene nuestro apoyo», apuntó Feijóo antaño de centrarse en las elecciones europeas, a las que concedió una gran importancia.

«Las tenemos que superar y de guisa clara. Son el mejor mensaje que podremos mandar los españoles a la Unión Europea (UE). Un mensaje contra las mentiras y las corruptelas de este Gobierno, y de que hay una mayoría que hay una alternativa de España con una voz cachas en la UE. Podemos ser una de las dos delegaciones más importantes del PP en el Parlamento Europeo. La UE no puede quedarse quieta frente a un ataque masivo al Estado de Derecho en uno de sus miembros. No cejaremos hasta que consigamos frenar los atropellos contra la igualdad de los españoles», señaló.

Por extremo, Feijóo se refirió a la corrupción que cerca al PSOE y al desinterés de Pedro Sánchez por hacerse cargo de los problemas de los españoles. «En 2024 tenemos seguras cuatro citas electorales y quizá otra casa de campo. Eso no depende del presidente, porque tendría que tener compromiso con los españoles y la licencia que sus socios no le dan. Pase lo que pase no va a convocar elecciones por voluntad propia, porque las convocaría para retornar a perderlas. Hoy por hoy, para el PSOE es antaño una España en decadencia que un Sánchez sin Falcon. Si a Sánchez le quedara sentido de Estado rompería con sus socios y pondría fin a este delirio sin retorno», denunció, en un liza velado al presidente para que convoque esos comicios frente a la inestabilidad que atraviesa el Ejecutante, salpicado por el caso Koldo y sus ramificaciones. «Si lo que pretenden es equipararnos que se olviden, que den las explicaciones que ya tocan y afectan a la medio del Gobierno y ya veremos a qué parte de La Moncloa», en remisión a los ministros relacionados con la importación de mascarillas y a las informaciones que sitúan a la mujer del presidente en medio de negocios con miembros de la trama.

A las puertas de Génova, varios de los barones territoriales que acudieron a la cita -el resto lo hicieron telemáticamente- advertían de los retos cercanos. «Lo importante ahora son las elecciones vascas y catalanas, que pueden ser muy trascendentes para la tiempo», señalaba uno de ellos. «Las europeas las tenemos que superar y mostrar nuestro potencial en España», apuntaba otro, dando una importancia haber a esos comicios continentales que se celebrarán en el mes de junio.

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