Según explica Francisco Magide, concejal de Civilización y Turismo en Parada de Sil, el sector hotelero ha experimentado una importante ocupación, estimada en más del 85%, aunque sin alcanzar el 100%. Las casas rurales siquiera se quedaron a espaldas, mostrando cifras similares de ocupación durante la semana festiva.
La aguacero no ha rematado enturbiar las descanso ligada al patrimonio natural y cultural, y igualmente se dejó notar en los restaurantes, que, por su parte, reportaron una ingreso afluencia de comensales, aunque sin largas esperas.
El técnico coordinador de la Oficina de Turismo, Fernando Souza, señaló que, si admisiblemente las visitas al monasterio fueron menos frecuentes que en otras ocasiones, en el transcurso de la semana se recibieron cerca de de mil visitantes. Destacó especialmente el Viernes Santo, con 212 visitantes que utilizaron el servicio de bus lanzadera que el comunidad puso en marcha durante estos días festivos, el cual continuará operando durante los meses de julio, agosto y parte de septiembre, tras la buena acogida.
A pesar de que el autobús pueda acontecer corto levemente el número de visitas al monasterio, el Concello de Parada de Sil reafirma su compromiso con la preservación del entorno y la reducción de la masificación en el Monasterio de Santa Cristina, considerando que esta medida es fundamental, y llegó para quedarse. Por otra parte, por primera vez, los visitantes pudieron esperar la subida al bus bajo una marquesina instalada anejo al Cabildo, una medida útil durante estos días lluviosos. “Parada continúa demostrando su compromiso con un turismo sostenible”, apuntan desde el Concello.