Irene Montero compara el modelo de Junta de Moreno con «señoritos andaluces que explotan a migrantes» por vender los Humosos a «fondos buitres»


La vanguardia de relación de Podemos a las elecciones al Parlamento Europeo, Irene Montero, ha recriminado este martes al Gobierno andaluz y en particular a su presidente, Juanma Bronceado, la futura traspaso de la finca Los Humosos, que actualmente se gestiona bajo la fórmula de una concesión administrativa a una cooperativa de trabajadores, porque con ello «está poniendo en aventura la vida de decenas de familias que se ganan la vida honradamente trabajando en unas tierras públicas».

Montero ha considerado que Bronceado «quiere entregar (Los Humosos) a los fondos buitres, que lo único que van a hacer con esa tierra es especular sin cuidar el condado y sin importarle ni el empleo ni la forma de vida de las familias andaluzas», en declaraciones a los medios de comunicación en compañía del corregidor de Marinaleda, Sergio Gómez, y del líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero.

«Bronceado Bonilla ha dicho que éste no es su maniquí, el maniquí de las cooperativas de Marinaleda no es su maniquí», ha sostenido la candidata de Podemos a las elecciones europeas de 9 de junio, ayer de cuestionarse «cuál es su maniquí».

En esa encrucijada que ha descrito ha hablado de un maniquí crematístico del Gobierno andaluz, caracterizado por «señoritos que explotan y esclavizan a las personas migrantes para trabajar en el campo de Andalucía», argumentación a la que ha sumado la duda de «si su maniquí es el de los pozos ilegales que secan y que destruyen Doñana», para reivindicar que la aspiración de Podemos es que «defender un maniquí basado en lo conocido y en que la caudal esté al servicio de la vida y no de los fondos materialista».

Montero ha remarcado que «aquí el conflicto que hay tiene que ver asimismo con proteger la propiedad pública de las tierras, que es lo que está defendiendo el Concejo de Marinaleda», mientras ha anotado que para «los buitres financieros su última preocupación es el bienestar y los derechos de la concurrencia» por cuanto «lo único que quieren es hacer hacienda».

Preguntada si se plantea padecer ese futuro de la finca Los Humosos al Parlamento Europeo, Montero ha respondido con un «no lo dude» y con ello la petición de «los derechos de los trabajadores y trabajadoras del campo», para programar que «vamos a escuchar ese lamento que Marinaleda lleva poniendo encima de la mesa desde hace décadas», con la premisa de que «vamos a programar seriamente que los derechos de la ciudadanía en Europa pasan por la protección de lo conocido, por dejar que la caudal esté en manos de los ciudadanos y no de los buitres y de los especuladores».

Cañamero ha asegurado que «en ningún pueblo hay una experiencia como Los Humosos, 1.200 hectáreas en manos de un pueblo que da trabajo, que da empleo y que ha creado la industria de transformación», para argumentar que «ni siquiera la Duquesa de Alba con 33.000 hectáreas es capaz de poner en marcha lo que se ha puesto en Marinaleda», así como ha argumentado que «aquí hay fábricas para conservar las alcachofas, las habas, los pimientos del piquillo, se ha hecho un molde de óleo», ayer de concluir que «trabajo y vivienda era la reivindicación histórica de este pueblo y lo tiene».

El entonces Instituto Andaluz para la Reforma Agraria (IARA) aprobó en junio de 1990 convocar un concurso conocido para la adjudicación en régimen de concesión administrativa de 30 explotaciones agrarias familiares en la zona regable de Los Humosos, ubicada en el término municipal de Écija (Sevilla), que había adquirido ese organismo ya difunto en junio de 1987.

La finca que era de sequero la gestionó la empresa pública Tragsa, bajo la supervisión del IARA bajo un convenio de llevanza de fincas, hasta que acabó su proceso de transformación en regadío y se adjudicó por concurso a cooperativas de agricultores.

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