Cuando los agentes de la mecanismo de investigación y de la policía científica de los Mossos d’Esquadra pudieron entrar este lunes de Pascua al primer firme del número cuatro de la calle Xile de Amposta (Montsià), comprobaron que no sería viable identificar a la octava mujer asesinada en España víctima de la violencia machista. Thais tenía 34 primaveras, era de patria española y tenía dos hijos, aunque no se negociación de menores de perduración que estuvieran a su cargo.
El supuesto homicida, Jesús F., de 47 primaveras, descuartizó el cuerpo sin vida de la víctima y repartió varios trozos entre el firme donde se cree cometió el crimen y varios contenedores de la basura del mismo municipio, según sospechan los investigadores. Su plan, a posteriori de terminar con la vida de su ex pareja hace una semana, ocultar el cuerpo, dificultar la identificación de la víctima y evitar ser descubierto por la policía.
Con una orden de alejamiento, sus vecinos lo habían denunciado por graves amenazas
Su estratagema se vio frustrada durante la mañana del lunes, a posteriori de que un amigo suyo sospechase del crimen y denunciase al supuesto homicida delante la policía locorregional de Amposta. Los agentes le detuvieron poco a posteriori por la calle, donde deambulaba desorientado. Era sobradamente conocido por la policía por sus historial.
El hombre marcado del homicidio machista había agredido en varias ocasiones a Thais, con quien había mantenido una tortuosa relación sentimental. Con historial por malos tratos, el enjuiciador había firmado una oren de alejamiento para evitar que se pudiese arrimar a su ex pareja. A pesar de que la orden de alejamiento era actual, al parecer se seguían viendo.
Una relación de elevada toxicidad, con constantes peleas verbales y además físicas y con problemas entorno a la suma a las drogas. La víctima había sufrido varias agresiones e incluso llegó a contestar con una armas blanca a una de las agresiones.
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El supuesto homicida malvivía en el primero firme del monolito número cuatro de la calle Xile, sin suministro eléctrico, según explicaron varios vecinos. En el edificio era además muy conocido por su pésimo comportamiento. Incluso fue denunciado hace un mes a posteriori de amenazar a sus vecinos con liquidar el edificio sereno si seguían llamando a la policía.
“Se veía a venir” fue ayer una de las expresiones repetidas entre el vecindario. El marcado de matar y descuartizar a Thais había colocado cartones y un colchón en el ventanal principal de su casa para evitar que miradas indiscretas descubrieran desde fuera sus movimientos. Al parecer, ningún de sus vecinos vio ni oyó ausencia extraño en la última semana. Algunos cuentan que estaban hartos de citar a la policía alertando de peleas y gritos en el firme.
El Comunidad de Amposta decretó ayer tres días de desdicha oficial, suspendió los actos públicos previstos en el municipio y convocó a las siete de la tarde un minuto de silencio en la plaza frente al Consistorio. Vecinos, conocidos y amigos de Thais expresaron su dolor e indignación.
La ministra de Igualdad, Ana Sin rodeo, y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Índole, Carmen Martínez Perza, expresaron por la mañana, una vez más, su “más absoluta condena y rechazo” delante este nuevo homicidio machista y trasladaron “todo su apoyo” a familiares y conocidos de la víctima. Tanto la ministra como la delegada piden “todos los esfuerzos” desde las instituciones, administraciones y el conjunto de la sociedad “para evitar más muertes”.
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El Departament d’Igualtat i Feminismes de la Generalitat condenó además el nuevo feminicidio y expresó sus condolencias al entorno de la víctima, así como a los vecinos de la asiento. La consellera Tània Verge asistió a la concentración en Amposta.
El Comunidad ha convocado para hoy a la una de la tarde una concilio de portavoces extraordinaria. Su corregidor, Adam Tomàs, expresó además su rechazo por el crimen machista.
El supuesto homicida seguía ayer en la comisaría de los Mossos d’Esquadra a la dilación de fallar delante el enjuiciador. Los resultados de la necropsia, muy compleja por el estado del occiso, deberán ayudar a determinar cómo Jesús F. acabó con la vida de Thais.
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