Visiblemente nerviosa y en ocasiones incluso rompiendo a llorar, Sánchez Vicario afirmó ante el juzgado de lo penal número 25 de Barcelona que desde noviembre de 2009 fue su “marido quien tomó las riendas y se encargó de hacer todas las órdenes, de ir al banco, de todos los trámites…” en fin “siempre ha sido mi marido desde 2009.”
En el momento de hacer esta afirmación es precisamente cuando estalla en llanto. La tenista profesional ha reconocido que a lo largo de su carrera acumuló un patrimonio de más de 20 millones de dólares, una fortuna que nunca llegó a gestionar: “Nunca he gestionado ese patrimonio porque no sé cómo se hace. Me he dedicado a “El tenis y yo siempre he confiado en terceros y en este momento fue mi marido, la persona que ha estado a mi lado, y en ese momento él es quien gestionó todo”.
La Fiscalía solicita cuatro años de prisión. En sus calificaciones, la fiscalía sostiene que Sánchez Vicario, “bajo instrucciones” de su exmarido y en colaboración con otros 5 acusados, “ideó un plan consistente en descapitalizar sus numerosos activos” para evitar la deuda que tenían con el Banco de Luxemburgo.
Esta entidad demandó al matrimonio tras intentar cobrar dicha deuda. Sánchez Vicario ha reconocido en la sala que ambas partes mantuvieron 3 reuniones y asegura que ella siempre quiso pagar pero que fue “mi marido, el señor Santacana” el que no quiso, “me dijo que no se lo diera al banco”. y que él se encargaría de ello.” para hacer las cosas.”
Los bienes de la ganadora de Roland Garros fueron administrados por su padre durante 15 años, hasta noviembre de 2009. La deportista llevó a sus padres a los tribunales alegando que le habían robado su fortuna, sin embargo perdió el caso.
Su enfrentamiento familiar lo puso de manifiesto ella misma con la publicación de su libro ‘¡Vamos!: memorias de una lucha, de una vida y de una mujer’, del que ahora ha asegurado ante los tribunales “me arrepiento” además de haber demandado a padres y hermana por unos fondos de inversión que el matrimonio les exigió poner a su nombre: “Me arrepiento”.
Arantxa Sánchez Vicario ha afirmado estar haciendo todo lo posible para saldar sus deudas. Vive en Miami como arrendataria y sus ingresos provienen de dar clases de tenis o de lo que le pagan por algún evento al que la convocan: “Y el 50% va para el banco”.