Durante el trayecto, un congregación de usuarias comienza a expresar en stop sus quejas: “Mira cómo estamos. Aquí no hay quien entre. O aumentan las frecuencias o va a ser increíble entrar en un bus de esta lista”. La incomodidad del pasaje es visible. Algunos habituales de la lista 7 ya estuvieron presentes el pasado martes, cuando igualmente en horario de mayor trasiego se colocó un busito para cubrir el trayecto. “Ahora los han pasado a otros horarios, donde hay menos pasajeros. Pero si no aumentan las frecuencias de autobuses, el problema va a seguir igual”, expresa una pasajera. Hay quien va más allá y se pregunta qué pasaría en el caso de que tuviera que utilizar el autobús una persona con movilidad pequeña o una comunidad con un carrito de bebé. Lo cierto es que se antoja increíble divisar un espacio para ubicarlos. El hartazgo de los usuarios lo completa la inacción del Concello a la hora de reponer a las quejas. “Si llamas al número facultado te dicen que esperes, que ahora te ponen con un responsable. Al final acabas colgando frente a la yerro de respuesta”, explica una de las usuarias habituales.
La lista 7 del servicio de autobuses urbanos de Ourense ha sido históricamente de las de viejo trasiego de la ciudad. Conecta el ártico la ciudad con el extremo suroeste de la misma y el Concello de Barbadás. O lo que es lo mismo el barriada de Covadonga con A Valenzá. Por ello, antiguamente el transporte habitual era un autobús doble articulado, necesario para dar respuesta a la entrada demanda del servicio. Ahora, sin incautación, los vecinos de Ourense que usan esta lista tienen que conformarse con un busito y con unas frecuencias que no cubren la elevada demanda.
Críticas de la competición
El tema, recurrente en los últimos días, ha vuelto a centrar las críticas de la competición. El Especie Municipal Popular llevará al pleno ordinario del mes de abril una moción para pedir al gobierno municipal que el proceso de oferta del transporte sabido intente dar alternativa a la mayoría de los problemas existentes para que las consecuencias futuras sean lo menos perjudiciales posible para las arcas municipales. “Os veciños quedan tirados nas paradas porque a escasa capacidade da nova flota fai increíble que se cubra a demanda nas horas centrais do día e as persoas maiores teñen dificultades para chegar aos seus asentos con fluidez”, denuncia el concejal, Pepe Araújo. En la misma lista, el concejal popular asegura: “Queda claro que o goberno municipal se equivocou tanto na cantidade como na tipoloxía dos autobuses mercados, un erro que lle vai salir moi caro á cidade de Ourense”.
El congregación municipal socialista igualmente expresó sus críticas frente a la “demagoxia” del corregidor en redes sociales, exigiendo una mejor trámite del cuartos y de los capital públicos de toda la ciudadanía. “Sabemos que o mantra que repite Jácome é que fai máis con menos. Con menos autobuses, con menos condutores, con menos frecuencias, con menos espazo internamente dos vehículos, con menos combustible e menos quilómetros ofertará mellor servizo a máis xente”, expresó la concejal socialista, Alba Iglesias, en remisión a las contradicciones del corregidor.
Por su parte, el portavoz municipal del BNG, Luis Seara, igualmente expresó en rueda de prensa sus críticas a la presente situación del transporte urbano. “As cousas fixéronse mal desde o primeiro momento, mercáronse novos autobuses, de dubidosa calidade, sen ter definido o novo carta de liñas e iso provoca os desaxustes e os problemas actuais”, manifestó el portavoz nacionalista en su comparecencia.