La A52, dieciocho meses en obras intermitentes


Un tramo de la A52, entre Ponteareas y A Cañiza, seis kilómetros en total, entre los puntos 281 y 287, cumple un año y medio de obturación, primero en el carril derecho para lentos en subida y ahora con el central, obras que parecen eternizarse y que avanzan con extrema pachorra.

En principio se esperaba finalizar los trabajos en este mes, pero ahora mismo no hay ninguna seguridad correcto a varias circunstancias, así que los conductores tendrán que seguir soportando circular con una vía menos durante esos kilómetros, los más complejos por tratarse de la subida con destino a el túnel de Folgoso, donde los vehículos pesados sufren más y transitan a pequeño velocidad, lo que afecta a toda la circulación y a las comunicaciones en sentido entre Vigo y Ourense.

Según confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno, la representación está siendo más compleja de lo esperado, una obra que fue adjudicada por el Empleo de Transportes, titular de la vía, por el procedimiento de necesidad por cerca de cuatro millones de euros y que a día de hoy no tiene aniversario de finalización, precisamente por las dificultades que se han antitético.

Un vehículo de la empresa encargada de la obra, ayer (foto: Landin)
Un transporte de la empresa encargada de la obra, ayer (foto: Landin)

Una parte está ya terminada, en el drenaje del carril circunstancial de subida desde Ponteareas hasta el túnel de A Cañiza, luego de acaecer nueve meses cerrado y con obras avanzando con pachorra. De hecho, durante semanas se podía ver un leve despliegue de operarios para una representación de tal envergadura, lo que probablemente ralentizó los trabajos. Una vez concluida esta parte y reabierta al tráfico se ha concentrado todo el eficaz en el carril central, que desde hace nueve meses está vetado a la circulación. Explicaron fuentes de Transportes que empezaron el año pasado y cambiaron el tubo de drenaje en el tramo de subida, “una obra delicada” que igualmente obligó a cortar el paso de vehículos.

En la presente están abriendo todo el drenaje en la zona de la mediana. Como en la otra zona, igualmente es complicado trabajar. Están sustituyendo el conducto superficial que recoge el agua, a menudo rebosante, que desprecio por la carretera y la canaliza con destino a un tubo de saneamiento que va más profundo, donde se mete una cámara para situar los puntos donde la canalización está dañada y que se abre puntualmente para su sustitución. Así que la representación tiene cierta complejidad y por ello avanza al ritmo que lo permiten las circunstancias. En la Subdelegación señalaron que con la climatología tan adversa todo va más sosegado y que, luego, no hay un plazo de finalización definido.

Encima, todavía quedarían una vez finalizado otras dos obras en otros tantos puntos de la autovía, lo que obligará de nuevo a realizar cortes de los viales, si acertadamente, según indicaron en la Subdelegación del Gobierno, serían tramos mucho más cortos y actuaciones de pequeño impacto.

Los desperfectos provocaron  “puntos negros” en la autovía

El pasado mes de julio el Empleo de Transportes comenzó los trabajos en la A52 tras identificar un tramo de hasta 16 kilómetros con “graves deficiencias”, aunque solo actuó sobre seis. El presupuesto aceptado para los trabajos de macro-drenaje en la A52 fue finalmente de 3,8 millones de euros, frente a las previsiones iniciales del Gobierno, que no superaban los dos millones. 

Encima, el inicio de la operación se fue retrasando durante meses, por lo que la autovía mantuvo un carril cerrado de forma permanente desde el pasado mes de noviembre. Los operarios tienen que intervenir en varias capas del asfalto, por lo que los trabajos se complicaron, pues el firme está muy deteriorado por la acumulación de aguas pasadas. La acumulación de agua en esos 16 kilómetros identificados por el Empleo de Transportes creó varios puntos negros en la vía.

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