Los afectados estaban afincados en diferentes localidades de la provincia de Ciudad Vivo. El metálico se retiró en cajeros de las provincias de Ourense, Badajoz, Murcia o Valencia, sirviéndose para ello de las denominadas ‘mulas económicas’.
El modus operandi de los delincuentes consistía en insertar anuncios de chicas ofertando servicios de carácter sexual. Cuando las víctimas se ponían en contacto con ellas, obtenían sus datos de contacto, motivo de residencia y otros datos personales para luego amenazarles por no activo abonado el metálico por los servicios de prostitución que las víctimas habían solicitado.
Los autores de las amenazas utilizaban para tocar por teléfono a las víctimas números de prepago, adicionalmente de cuentas bancarias creadas para ello. Las cantidades estafadas en las numerosas denuncias que han podido esclarecerse judicialmente ascienden a un total de más de 50.000 euros, logrando recuperar más de 9.000 euros.