El Arenal y el Vial Norte, las dos opciones para acoger la futura Cata del Vino Montilla-Moriles


Tras una Semana Santa insólita a causa de las copiosas lluvias y el singladura, muchos cordobeses pretendían extinguir las penas generadas por no poder ver los pasos de las cofradías en la Cata del Morapio, que debía celebrarse entre el 17 y el 21 de abril en la Plaza de Toros Los Califas. Sin secuestro, el pleno del consejo rector de la D.O. Montilla-Moriles decidió el martes un aplazamiento, a la prórroga de un debate en el seno del consejo regulador acerca del maniquí que se debe aplicar a este evento. La cercanía con el día de su inauguración ha sorprendido con seguridad a muchos ciudadanos, que ven en la Cata una especie de antesala del Mayo Festivo.

Sin secuestro, una serie de razones de peso han sustentado la atrevimiento de bodegueros y cooperativistas. Se puede susurrar de una combinación de factores: coste, sitio de ubicación y estilo o naturaleza que debe caracterizar a la popularísima cita. Ahora, todo está a la prórroga de una reunión el martes y de la que surgirá una comisión o conjunto de trabajo.

El Arenal se ha ofrecido por el Consistorio pero el Viario Boreal es la ubicación preferida por los negocios

Habrá más telediario hoy, puesto que ayer de la reunión de los miembros de la D.O. se producirá una de la Asociación Morapio en Rama, como ha confirmado a este diario el responsable de Bodegas Robles, Francisco Robles, quien adelantó que enviarán un comunicado al respecto. «Queremos tener un poco de consejo sobre el tema ayer de asegurar poco», explicó.

La primera Cata del Morapio tuvo sitio en el año 1983. Desde entonces ha contado con numerosos cambios de ubicación, hasta resistir al zaguero, la Plaza de Toros. Precisamente, la pasada publicación fue calificada por la estructura de decidido éxito, ya que se consiguió un incremento del 20% en la facturación. Pero fue, al parecer, de un éxito vistoso o al menos con muchos matices. «Nulo más que el montaje, locación de la Plaza y adecuación a la reglamento se iba a 300.000 euros», señaló a torrevieja news today Antonio López, de Bodegas El Monte, para el que, en esas condiciones, no resulta rentable el tícket de entrada, que incluye varias consumiciones. «En la plaza adicionalmente el cabida se reducía a la parte en comparación con la Diputación, y debíamos tener un pelotón comité en cada callejón», añadió el responsable del área comercial de Bodegas del Pino, Ámbito Arce.

«En la Plaza, los costos se fueron de mamá frente a lo recaudado, con lo que la cita nos resulta inviable»

Ámbito Arce

Bodegas del Pino

«El evento se desarrolló admisiblemente, pero aquello se fue de mamá por los costos que generamos en comparación con lo que recaudamos, por lo que nos resulta inviable», añadió el versado en marketing, que recordó que sólo el canon de cada caseta es ya de 3.000 euros.

El maniquí, aún difuso

¿Quiere asegurar esto que si las bodegas hubieran dispuesto de la explanada del Palacio de la Merced habría Cata este año? «No, porque la Diputación ya tenía graves problemas, sobre todo las colas enormes que se formaban», recordó la directora de marketing de Bodegas Pérez-Marinero, Adela Córdoba, para la que el debate sobre el cambio de maniquí ya estaba encima de la mesa desde hace tiempo. «La Cata debe estar a la pico del caldo que promocionamos», añadió. ¿Y qué opciones se barajan? De momento han surgido dos lugares para la consejo, muy distintos entre sí. En primer sitio, El Arenal, ofrecido por el Consistorio pero con mala acogida internamente del sector por derivar el evento cerca de el flanco más festivo y complicar la afluencia a los más mayores. En segundo sitio, el Viario, puesto en el punto de mira a raíz de convertirse en atmósfera gastronómico para el concurso de hamburguesas ‘The champion burger’.

«En la Diputación, este año siquiera habría habido Cata. Aquel espacio ya tenía graves problemas»

Adela Córdoba

Bodegas Pérez-Marinero

Este sitio ha sido calificado de idóneo o incluso de maravilloso por algunos de los bodegueros consultados. Todavía no ha habido en este punto un seguro tratamiento con el Consistorio. Los hándicaps principales son las molestias a los vecinos o lo costoso del cerramiento y cómo hacerlo, aunque por ejemplo Adela Córdoba rememoró las primeras catas, realizadas en la calle y completamente abiertas. En cualquier caso, la ubicación está ahora más que en el canción, aunque las preferencias están en el centro de la ciudad.

Tan difuso está en estos momentos el sitio de celebración como el maniquí a seguir, como es inductivo a yerro de discusiones mucho más profundas en el sector. «Sería bueno observar y formarse de las catas que realicen otras denominaciones de origen, sobre todo de las que tengan más éxito. Lo cierto es que la de Córdoba parece ya poco pasada de moda», manifestó el responsable de despacho de Bodegas Luque, Juan Luque.

«Sería bueno formarse de otras catas. Lo cierto es que la de Córdoba parece ya poco pasada de moda»

«Debemos aportar ideas entre todos para alcanzar una innovación o una Cata más actualizada», señaló en la misma estría el responsable de Bodega San Acacio, Carlos Ortiz.

«Debemos ir cerca de un maniquí más profesional y, desde nuestra perspectiva, más relacionado con la cocina que con la fiesta», indicó el director de Bodegas La Unión, Francisco Fernández: «El consumidor debe relacionar el caldo de Montilla-Moriles con la cocina». En ese sentido, Antonio López, de El Monte, fue a más, y apostó por unir el caldo a la cocina, la civilización y cierto aspecto identitario. Recordó López adicionalmente que en otro tipo de catas donde las bodegas ofrecen el caldo injustificado, consiguen numerosos clientes compradores, poco que no ha sucedido en la Cata de Córdoba por su indudable carácter festivo y volcado con la degustación.

«Debemos ir a un maniquí más profesional y más unido a la cocina que a la fiesta»

Francisco Fernández

Bodegas La Unión

Si habrá Cata este año en otra término es el tercer asunto importante. En suspenso, pero con probabilidades de que se organice el evento en otro mes, lo deja uno de los responsables de Bodegas Cruz Conde, Miguel Cruz Conde, que nombra la posibilidad de octubre, considerado temporada ingreso en Córdoba, o incluso diciembre. Francisco Fernández, de La Unión, ve precipitada la estructura en octubre dadas las circunstancias. Pero sí es cierto que este mes aparece notorio constantemente por otros bodegueros, de nuevo con la perspectiva de las reuniones por venir, que pueden derivar en multitud de opciones.

Le sigue a esta tendencia la futuro. ¿Seguirá siendo el mes de abril el de la Cata? Para los consultados, sí es el idóneo por su raigambre y éxito. De hecho volvió recientemente a él tras formar parte del Mayo Festivo durante un tiempo, compartiendo fechas con demasiados eventos.

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