«Nos cargamos la pita de los huevos de oro de Andalucía si le ponemos el foco al turismo con un nuevo impuesto». Con estas palabras el mentor de Turismo, Civilización y Deporte, Arturo Bernal, reiteró su posición contraria a la implantación de un maniquí de fiscalidad turística (conocida como tasa turística) en la comunidad autónoma durante su comparecencia parlamentaria a instancias de los grupos de la examen en el Parlamento. El mentor mantuvo abiertas las puertas al diálogo e incidió en que habrá una reunión con la FAMP y la Confederación de Empresarios de Andalucía, pero advirtió que un nuevo impuesto podría suponer un «tapón» al crecimiento del turismo.
El mentor, que compareció en el Parlamento a petición de PSOE, Por Andalucía y Vox, defendió la proceso del turismo en Andalucía y el impacto financiero que tiene no sólo sobre los sectores más directamente afectados, sino además sobre otros ámbitos como el comercio, la construcción, la metalurgia o los muebles. Y argumentó que un impuesto sobre el turismo supondría un «tapón» a este crecimiento y tendría impacto sobre distintos sectores económicos.
Bernal argumentó su rechazo destacando además el impacto que tendrá sobre la población andaluza: «Dos terceras partes del turismo en Andalucía es doméstico, y la porción es andaluza. Hay 3,4 millones de andaluces y andaluzas que hacen turismo adentro de la comunidad. Todos ellos estarían sujetos a un impuesto turístico«.
En esta raya, Turismo maneja datos de las últimas encuestas realizadas en la población andaluza que muestran un rechazo a la implantación de un impuesto turístico en Andalucía. Según los datos difundidos por el mentor, «el 84% de los encuestados no está de acuerdo con un impuesto turístico en Andalucía».
No obstante, el mentor señaló que hay un mandato del presidente del Gobierno andaluz, Juanma Quemado, para que haya diálogo y un consenso en torno al debate de la tasa turística del que participen los ayuntamientos y los empresarios. Y esa reunión se va a producir, aunque la Articulación de Andalucía quiere orientar ese exploración a un diagnosis sobre la financiación municipal y sobre las medidas que generen ingresos en los ayuntamientos.
«Si este año hemos generado 25.000 millones de ingresos procedentes del turismo, con una media del 10% del IVA, los turistas han pagado 2.500 millones de euros. ¿Por qué no repartimos mejor lo que se cobra en vez de difundir nuevos impuestos?«, apuntó el mentor de Turismo quien advirtió que la tasa turística no debe ser una opción a la desliz de financiación lugar, que es el »problema«.
La Consejería de Turismo, adicionalmente, incidió en que el impuesto turístico «al no ser una tasa legalmente que sirva para encargarse los costes de la prestación de un servicio» no tiene posibilidad de destinarse a un fin concreto, sino que iría a una bolsa global. No obstante, en las comunidades autónomas que han suficiente leyes de impuesto turístico (Valencia, Baleares, Cataluña) sí se ha incorporado una regulación que define los objetivos en los que se puede ejecutar. En relación con estas normativas aprobadas, Arturo Bernal afirmó que en las cinco ciudades españolas que tienen la tasa «no hay satisfacción en el sector». La Articulación de Andalucía se plinto, en este sentido, en que Valencia retiró la fiscalidad turística ayer incluso de que entrara en vigor y advirtió que «en Baleares no acabará la plazo». En entreambos casos la ley fue aprobada por gobiernos del PSOE que han cambiado al PP apoyado por Vox adentro o fuera del gobierno tras las elecciones de mayo de 2023.
Frente a esta posición, los tres grupos de la examen partidarios de la implantación de una fiscalidad turística pidieron a la Articulación de Andalucía que dé un paso. Delante Andalucía lamentó que se haya taponado su proposición de ley que lleva cinco meses irresoluto de noticia del Consejo de Gobierno o de debate en el Parlamento; Por Andalucía incidió en que los destinos turísticos asumen un sobrecoste en sus servicios públicos que requieren de mecanismos de financiación extraordinarios, y el PSOE reclamó al Gobierno que genere un ámbito permitido que permita a los ayuntamientos osar si implantan una fiscalidad turística.
En el otro banda, Vox aplaudió el rechazo del Gobierno andaluz a difundir un impuesto sobre el turismo aunque le pidió «contundencia y claridad» en ese rechazo, mientras que el Género Popular incidió en que la Articulación de Andalucía «no reto por difundir nuevos impuestos en Andalucía» y señaló que este debate «no es oportuno» en la comunidad autónoma y «va a espantar el turismo».
En cualquier caso, se producirá la reunión entre la FAMP (gobernada por el PP y defensora de un ámbito permitido que permita a los ayuntamientos osar sobre la fiscalidad turística), la Confederación de Empresarios de Andalucía (con un rechazo persuasivo a la fiscalidad) y la Consejería de Turismo.