Entre los pamplonicas las opiniones están encontradas. Hay quien cree que es una forma de quitarse de encima a los colectivos más vulnerables y producirse el cobrizo a otras comunidades. El Junta, sin secuestro, ha explicado que es una habilidad habitual y sirve para evitar colapsos en los albergues que están por estos días atestados de personas sin bienes. Las personas sin hogar que hayan decidido quedarse en la ciudad no van a tener sitio en los albergues, según explica el Junta, excepto días de muy mal tiempo cuando se ofrecen plazas especiales.
A través de esta iniciativa las personas que vivan en la ciudad, sin trabajo, vivienda y estén en excepción social podrán correr a otras comunidades autónomas a través de estos autobuses gratuitos. Mantienen desde el cabildo de Navarra que en los últimos tiempos se ha registrado una venida masiva de personas sin hogar y los lugares de acogida ya no dan a tosco.
¿Es esta una medida reglamentario?
Señala la abogada Montse Suárez que la medida que ha puesto en marcha el Junta de Pamplona supone ceder a su suerte a adultos y niños. “A mí me consta que no es la primera vez que Pamplona alardea de ello”, señala. “Jesús Gil mandaba a las prostitutas a la periferia y se jactaba de una Marbella limpia de drogas y de sexo”, recuerda.
Apunta adicionalmente que llaman mucho la atención los datos de Cáritas y la Cruz Roja sobre las personas sin bienes en Pamplona. Apunta que ambas organizaciones están suficiente enfadadas con el corregidor “puesto que se jactaba que con esta medida iban a desaparecer los ‘sintecho’ en esta población. Dicen que han repartido muchos sacos de echarse dadas las mínimas temperaturas que se han registrado”, añade.