Los hechos se remontan al año 2019. En ese momento se considera probado en la sentencia que el imputado envió a la víctima diferentes Mensajes de WhatsApp con stickers de contenido sexual. Pero fue más allá. En septiembre de este mismo año, el hombre la esperaba con un caramelo en la boca afuera del ascensor de la academia. Según se lee en la carta, luego le dio “un beso en la boca sin su consentimiento”. Además, los magistrados aseguran que en otra ocasión se presentó en el domicilio de la menor, le ofreció unos dulces y un café, la agarró por los hombros y, nuevamente sin consentimiento, la besó.
Estos no son los únicos episodios que notan. Sólo dos meses después, en noviembre, y aprovechando que se quedó solo con la joven en la academia, Él la abrazó y le dio otro beso.. El penúltimo ocurrió en el ascensor del centro, lo volvió a hacer y, según relató, “la sostuvo contra la pared y, contra su voluntad, la besó en la boca”. El siguiente crimen, unos días después, consistió en lo mismo pero dentro de un salón de clases cuando el estudiante se encontraba solo.
Hay una intención de “satisfacer tus deseos sexuales”
Por tanto, y tal y como recoge la sentencia, “existe abundante documentación que acredita una conducta del imputado, respecto de la víctima, que no encaja en la relación profesor-alumno, y que no se presenta como igual, o al menos similar”. a la mantenida por el imputado con el resto de los estudiantes que declararon como testigos”. Se destaca que “la verdadera intención del imputado era satisfacer sus deseos sexuales, para lo cual utilizó y manejó a una menor de edad que sí lo tomó como un juego, hasta darse cuenta cuáles eran las verdaderas intenciones del condenado”. Luego denunció al maestro.
No fueron “besos de cariño” y Los hechos “atacan la libertad e indemnidad sexual de la víctima”, ellos dicen. Aunque la sentencia no es firme, ya que se puede interponer recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra condena a este hombre a años de prisión, inhabilitación para ejercer la profesión de docente durante dos años , tiene prohibido acercarse a la víctima o comunicarse con ella durante un período de tres años, y también se le ha prohibido realizar cualquier trabajo o actividad, remunerada o no, que implique un contacto regular y directo con personas. los menores, estos últimos, durante siete años.