Diane Downs, la maquiavélica madre que disparó a sus hijos por ser un estorbo


“¡Algún acaba de disparar a mis hijos!”, chilló Diane mientras hacía sonar el claxon de su coche y lo dejaba en la puerta de urgencias. Rápidamente, el personal salió alarmado encontrándose con tres niños ensangrentados y heridos de bala en el asiento trasero, y a su causa, con el padrino malherido. Mientras un equipo se dejaba la piel tratando de defender la vida de los pequeños, una de las enfermeras llamó de inmediato a la policía. Aquello pintaba mal.

Varias unidades se desplazaron y consiguieron balbucir con la causa: un hombre la había atacado cuando fue a socorrerlo en carretera. Sin retención, el ambiente de los hechos, el automóvil, que tenía la tapicería y las ventanillas empapadas de mortandad, indicaba que poco fallaba en la interpretación de los hechos. ¿Por qué no había salpicaduras de mortandad ni residuos de pólvora en la puerta del conductor?

Una obsesión

Elizabeth Diane Frederickson (de casada, Downs) nació el 7 de agosto de 1955 en una tribu de Phoenix con una estricta educación y títulos conservadores. Tanto es así que sus padres le prohibían vestir ropa prêt-à-porter, maquillarse o comprar alhajas o cualquier utensilio de belleza. Esto la llevó a ser objeto de mofas e insultos por parte de sus compañeros, que veían en Diane a determinado desfasado y antiguo.

Para sortear el acoso, la muchacha optó por cambiarse de ropa al montar al instituto y codearse con los compañeros más populares, incluso salir con chicos de cursos superiores. Así fue cómo conoció a Steven Downs, su primer novio y de quien se enamoró perdidamente. La pareja mantuvo su compromiso tras la cargo y decidieron casarse el 13 de noviembre de 1973.

Diane Downs junto a su primer marido y sus hijos

Diane Downs cercano a su primer marido y sus hijos

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Pero aquella relación escondía además problemas económicos y, principalmente, infidelidades. Pese a ello, Diane y Steven fueron padres de tres niños: Christie (1974), Cheryl Lynn (1976) y Stephen Daniel -Danny- (1979). La gozo no duró mucho más en el desposorio. 

Fue al germinar el tercer pibe y que Steven se pelease con Diane por sospechar que Danny no era su hijo biológico sino producto de uno de sus caracoleo amorosos. La situación llegó al margen en 1980: él le pidió el divorcio.

Diane Downs y sus hijos

Diane Downs y sus hijos

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En ese tiempo, Diane fue sometida a diversas pruebas psiquiátricas para valorar si era capaz de cuidar de sus hijos: su exmarido había legado la voz de temor en presencia de las negligencias que mostraba con los pequeños. 

Y es que los niños solían estar descuidados y desnutridos, los dejaba solos en casa o admisiblemente la viejo, Christie, se quedaba al cargo de sus hermanos con tan solo seis primaveras. El resultado de las pruebas indicó que Diane presentaba signos de psicosis.

Robert “Nick” Knickerbocker, amante de Diane Downs

Robert “Nick” Knickerbocker, barragana de Diane Downs

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En 1981, la mujer comenzó una aventura con Robert “Nick” Knickerbocker, un hombre casado del que se enamoró locamente. La gozo duró más admisiblemente poco, porque Nick acabó abandonándola porque no tenía el último interés en “ser papá” de sus hijos. Aquello entristeció a Diane, que decidió mudarse a Springfield para trabajar como empleada de correos. Era abril de 1983.

Fue entonces cuando la mujer ideó un plan para asesinar a sus hijos. Quitarse de en medio a los pequeños era la única forma de recuperar a Nick. No quería que cero ni nadie le impidiese ser adecuado. El plan lo acometió el 19 de mayo.

El asalto

Sobre las diez de la tinieblas, Diane conducía con sus pequeños dormidos en el asiento trasero. Cuando avistó un camino rural sin testigos, aparcó el coche, sacó una pistola calibre .22 que previamente había comprado, abrió la puerta trasera y descargó el armas contra los niños. 

Los pequeños gritaron sin entender qué ocurría. Cheryl, de siete primaveras, falleció de inmediato, mientras que a Danny, de tres, las balas le paralizaron de cintura para debajo, y Christie, de ocho primaveras, sufrió un derrame cerebral.

Diane Downs, herida tras dispararse ella misma

Diane Downs, herida tras dispararse ella misma

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Acto seguido, la mujer se disparó en el antebrazo izquierdo, se puso al volante y condujo con destino a el hospital más cercano a una velocidad inusitadamente lenta, tal y como verificó un declarante que se cruzó con ellos. Al montar a urgencias, Diane explicó que habían sufrido un asalto por parte de “un extraño de pelo tupido” que había fingido una avería en la carretera.


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La policía inició la investigación del ataque poniendo en valencia el certificación de la causa. Hasta el momento, Danny no podía contarles cero de interés por estar dormido durante el ataque, y Christie había perdido el acento tras el derrame cerebral. La pupila todavía se encontraba entre la vida y la homicidio. Mientras tanto, la científica analizó el coche, las heridas de los niños y la número del crimen. Su conclusión: la causa mentía.

Por un costado, no había salpicaduras de mortandad en el costado del conductor del transporte de Diane, siquiera residuos de pólvora en la puerta del conductor, ni siquiera en el panel interior de la puerta. Por no mencionar, las heridas de los niños o de la mujer, que no encajaban con la interpretación de la mujer.

Los hijos de Diane Downs

Los hijos de Diane Downs

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A esto se sumaba el certificación de un declarante que vio cómo Diane conducía lentamente en vez de a toda velocidad para pedir ayuda, que ella estuviese más preocupada por sus descanso y en balbucir con Nick que en la lozanía de sus propios hijos, o que tuviese registrado a su nombre una pistola que, de primeras, aseguró no tener.

Por final y meses posteriormente del supuesto ataque por parte de un cleptómano, Christie salió del coma, recuperó el acento y pudo contar lo ocurrido. “Mi mamá”, respondió a los agentes cuando le preguntaron quién los había disparado. El 28 de febrero de 1984, Diane fue arrestada y acusada de un homicidio y de dos intentos de homicidio más.

Sociópata de manual

“Ni una sollozo”, dijo uno de los investigadores que se entrevistó con Diane tras el supuesto asalto. “A los treinta minutos de balbucir con esa mujer supe que ella era culpable”, aseguró el agente. Sin retención, necesitaban pruebas y las habían conseguido.

Poco accidental en esta historia es que Diane, en el momento de su detención, estaba gestante de nuevo. En esos nueve meses había rehecho su vida con otro hombre y estaba adecuado. Así que vivió todo el proceso jurídico en pleno proceso de florecimiento.

Diane Downs, embarazada, siendo detenida por la policía

Diane Downs, gestante, siendo detenida por la policía

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Durante el prudencia, que se inició en junio de 1984, los psiquiatras que analizaron a la acusada le diagnosticaron narcisismo, histrionismo y personalidad antisocial. Es asegurar, estaban en presencia de una sociópata de manual. 

“No muestra ningún remordimiento. Considera a sus hijos sin empatía y como objetos o posesiones. Cualquier sentimiento que tenga por ellos es superficial y sólo se extiende a que forman parte de ella y de su vida”, aseveró el versado.

Diane Downs, en 1984

Diane Downs, en 1984

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Aunque fue la afirmación de Christie en presencia de el tribunal lo que terminó por inculpar a Diane como la única responsable de lo ocurrido. Por ello, fue sentenciada a cautiverio perpetua y a cincuenta primaveras adicionales. Un mes posteriormente del veredicto, la filicida dio a luz a su cuarta hija, a quien entregó en admisión. La pupila se llamaba Rebecca ‘Becky’ Babcock. En cuanto a los niños supervivientes, Danny y Christie, fueron adoptados por el fiscal del caso, Fred Hugi, y su mujer.

Diane Downs, en una entrevista

Diane Downs, en una entrevista

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En la hogaño, la asesina se encuentra en la Prisión Estatal para Mujeres de Valley en Chowchilla (California), pero antaño vivió un periplo de traslados oportuno a la fuga que protagonizó en julio de 1987. Diane logró subir una cerca de alambre de púas de casi seis metros y esconderse durante diez días antaño de ser capturada. En consecuencia, recibió una sentencia adicional de cinco primaveras.

Diane Downs, actualmente en prisión

Diane Downs, actualmente en prisión

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Asimismo, Diane ha interpuesto numerosos fortuna para conseguir la osadía condicional, poco que siempre se le ha denegado. “Downs sigue sin demostrar ninguna percepción honesta de su comportamiento criminal… incluso posteriormente de sus condenas, continúa fabricando nuevas versiones de los hechos en los que ocurrieron los crímenes”, escribió el fiscal del distrito del condado de Lane, Douglas Harcleroad, a la corporación de osadía condicional. 

Y es que Diane sigue hablando de un “extraño de pelo tupido”, pero además de “dos hombres con pasamontañas”, e incluso, de “traficantes de drogas” y de “agentes corruptos”. Cualquier excusa es buena para no aprobar que ella es una asesina. 

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