A Rúa, 28 años de espera por un nuevo centro de salud



Los vecinos de A Rúa vienen hablando de un nuevo centro de vitalidad desde hace casi tres décadas. Fue en 1996, con José Vicente Solarat en la alcaldía, cuando comenzaron las gestiones para sustituir al flagrante, acondicionado la antigua vivienda del médico, que en la planta víctima tenía el despacho. Existe un plan de la futura construcción, incluso se habló de una inversión superior a los 2,4 millones de euros y de una superficie de más de un millar de metros cuadrados. Al menos así lo anunció la Xunta a finales de enero de 2023, pero desde entonces, de esta acto sólo se oyó cuchichear en campañas electorales.

La alcaldesa solicitará una entrevista con el titular de Sanidad

La alcaldesa nacionalista, María González Albert, explicó estar a la calma de que el nuevo gobierno autonómico tome posesión para solicitar una entrevista con la persona que esté al frente de la Consellería de Sanidade. Hoy en día, el enfado de la regidora es mayúsculo. “O conselleiro tivo a desfachatez de vir aquí en campaña electoral a proponer que a obra empezaría en xuño do ano pasado. Case pasou un ano e ausencia”. comentó.

González Albert recordó que la Corporación aprobó en pleno la ganancia del ICIO (impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras) y igualmente que el Concello concedió la osadía municipal de obras, que a posteriori dejaría caducar el Ejecutor autonómico. “Lles escribimos que estaba a punto de caducar e non contestaron”, afirmó. “É unha tomadura de pelo á cidadanía da Rúa”, protestó.

La alcaldesa igualmente aludió a los cientos de personas que se sumaron a las movilizaciones organizadas para demandar el nuevo centro de vitalidad, unas protestas cuyo resultado aún sigue en el melodía. “Xa morreu xente que pelexou por ese centro de saúde”, dijo.

Compás de calma

Con el paso de meses y primaveras, casi nada se realizó el asfaltado del contorno buscado para el dispensario. Este diario contactó con la Consellería de Sanidade, interesándose por el plan, sin conseguir información alguna.

Las carencias de un edificio obsoleto no son las únicas que sufren los rueses. Además echan en desliz algún cirujano, pues son tres los que suelen atender a los pacientes cuando “na Rúa sempre tivemos catro”, según María González. El plan del centro de vitalidad no atendió esta demanda, pues fue diseñado sólo para tres.

Su diseño incluye 3 consultas de medicina común, 1 sala polifacético -que podría ser usada de consulta-, 3 consultas de dispensario y 1 sala de técnicas. Encima, prevé un dominio pediátrica con consultas médica y de dispensario, así como salas de amamantamiento y de calma. Encima, tendrá dominio de la mujer, con salas de atención y de educación para la vitalidad, almacén y vestuarios, según dijo en su día Sanidade.

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