De la iglesia jesuíta a la finca ecuestre, visitamos todos los escenarios de la boda de José Luis Martínez- Almeida y Teresa Urquijo


Lo primero que tienen que escoger los novios cuando deciden casarse es la iglesia y José Luis Martínez- Almeida y Teresa Urquijo han escogido la de San Francisco de Borja, en la calle Serrano. Es el mismo templo donde se casaron los padres del corregidor y eso lo hace aún más singular para él. A las 12 del mediodía empieza la ceremonia y se calcula que dure poco más de una hora.

El vestido de novia, el secreto mejor guardado

Sabemos que Teresa Urquijo quiere flagrar el mismo traje de novia que llevaron su origen y su abuela en sus bodas pero necesita adaptarlo. Ha escogido uno de los ateliers más elegantes y exclusivos de la caudal para que le realicen los ajustes necesarios, Navascués. El estudio está en pleno barriada de Salamanca y la novia ha acudido allí en varias ocasiones a lo abundante de estos meses para seguir el proceso de cerca.

El novio está diseñando su traje a pocos metros, en una conocida sastrería madrileña indicación Sastrería Prats. Llevará un chaqué hecho a medida, de color monótono marengo y con chaleco en tono mostaza. Espejo Manifiesto ha visitado el circunscripción donde están dando los últimos retoques al traje para que esté avispado el gran día.

Un menú típicamente madrileño

Los novios han escogido un menú con platos típicos de Madrid y para ello han confiado en el mítico Lhardy. Conocido por su cocido madrileño y su consomé, el restaurante va a elaborar un menú de 175€+IVA para los más de 500 invitados que asistirán a la boda.

La finca es de la tribu de la novia

Luego de la ceremonia todos se dirigirán a la finca donde se va a celebrar el festín. La celebración tendrá circunscripción en la finca, El Canto de la Cruz, en Colmenar Antiguo, propiedad de los abuelos maternos de la novia. Teresa de Borbón y Borbón e Íñigo Oscuro de Arteaga, marqués de Laserna. En este enclave de 25 hectáreas en plena naturaleza, es donde la Princesa cría sus caballos de purasangre árabe, una auténtica narración mundial para los amantes del mundo ecuestre.

Se dilación que la fiesta termine a altas horas de la crepúsculo y en las siguientes horas los novios emprendan su vitral miel. Un alucinación de 10 días que les llevará a Bután y a las Islas Maldivas.

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